¿Alguna vez se ha preguntado qué tan “normal” considera usted que un hombre toque a una mujer en un bus de servicio público? ¿O se ha detenido a pensar si los piropos, así sean “bonitos” o bienintencionados les gustan o molestan a las mujeres que los reciben?
Seguramente en ambos casos su respuesta será un No… porque finalmente ¿qué tan difícil puede ser superar un ‘toqueteo’ cuando en otros países hay violaciones masivas o si la intención de los piropos es halagar?
Estos son apenas algunos de los temas que toca Mujeres, a la calle, el documental dirigido por Juliana Toro, una joven antropóloga que convirtió su trabajo de grado en un documental gracias la Beca de Producción de Cortometraje Documental, otorgada por la alianza entre el Programa de Derechos Humanos de USAID, el Ministerio de Cultura, la Consejería para la Equidad de la Mujer de la Presidencia de la República, el Centro Ático de la Pontificia Universidad Javeriana y Señal Colombia.
Se estrenará en la pantalla de Señal Colombia este domingo 3 de mayo, a las 9:00 de la noche y pone de manifiesto, a través de los testimonios de cinco mujeres: Gilma, Juliana –directora del documental–, Mayra, Tatiana y Yudy, la posición de las colombianas y seguramente de mujeres de todo el mundo, de cómo las calles y los espacios públicos en general se han convertido en una ‘selva’ donde su integridad y su voluntad están amenazadas.
Cuando Juliana se enteró de la convocatoria que buscaba promover mediante la producción de un documental de media hora los derechos de las mujeres y prevenir las violencias basadas en género, pensó que podía aportar mucho contando estas historias, una de ellas protagonizada por su propia madre, quien en su juventud se vio obligada abandonar sus estudios universitarios por el temor generado por los panfletos que circulaban en su barrio y que obligaba a las mujeres a vestirse conservadoramente y guardarse temprano.
Las historias tienen un sentimiento en común: el miedo a las calles, donde a pesar de estar rodeadas de mucha gente están solas, ya sea porque los demás consideran normal el acoso, porque creen que las mujeres se buscan estas situaciones por su forma de vestir o simplemente por ser lindas o “por estar buenas”. Sus experiencias permiten ampliar el panorama de la situación de violencia de género en los espacios públicos.
“Cuento la historia de mi madre porque no quiero que se repita, deseo que las mujeres nos empoderemos y que seamos dueñas de nuestras vidas y de nuestros cuerpos, que no se sigan presentando muertes, amenazas y agresiones por el hecho de ser mujeres. Quiero que nos sintamos libres y seguras de transitar por cualquier lugar”, expresa Juliana.
El documental, de 25 minutos, habla también de otro tipo de violencia, lejos de la sexual, y que tiene que ver con el condicionamiento que se hace a las mujeres desde sus propias casas y escuelas, como la joven que nunca entendió por qué sus labores en la casa incluían recoger el desorden de su hermano y limpiar, mientras la tarea de él se limitaba a ir a la tienda. Otra de ellas cuenta que en noveno grado fue enviada al departamento de sicología y orientación porque en lugar de elegir la vocacional de diseño y confección se decidió por mecánica industrial.
Para Juliana ninguna de estas situaciones puede seguir siendo normal y considera que Mujeres, a la calle puede ayudar a generar conciencia social de una manera conciliadora, porque muchos hombres ni siquiera entienden que un piropo también es violencia. “Hoy en día se habla más abiertamente de estos temas, hay más acciones estatales y de las mismas mujeres que denuncian o simplemente salen a la calle a decir ‘quiero caminar sin que me jodan’. Sin duda ha habido un cambio generacional, pero todavía falta mucho”.
Prueba de esta situación es uno de los datos de una encuesta de la Consejería Presidencial para la equidad de la mujer hecha este año: el 37% de la población considera que las mujeres que se visten de manera provocativa se exponen a que las violen, mientras el 26% considera normal que los hombres no dejen salir solas a sus parejas.
Finalmente hay que destacar que Mujeres, a la calle ganó la Beca de Producción de Cortometraje Documental al imponerse sobre otras 39 propuestas de 15 regiones distintas del país, que se hizo un taller de una semana sobre producción de documentales sobre derechos humanos para las proponentes de las diez propuestas semifinalistas y que luego del estreno en Colombia, su directora participará en un encuentro de Derechos Humanos que se desarrollará en Buenos Aires del 17 al 24 de junio próximo.
