miércoles, noviembre 29 2023

Por,Magister. ELIMELETH PEREA MOSQUERA

Hoy no me canso de insistir en el Garbo que posee dignamente el departamento Huila, es así como el concepto de cultura es relevante el aporte de Zygmunt Bauman, un importante pensador del mundo líquido, para quien la cultura es una totalidad que combina tres dimensiones básicas; el concepto, la estructura y la praxis.  Bauman considera que el concepto cultura ha conllevado históricamente una ambigüedad enorme por la gran diversidad de enfoques teóricos como de definiciones. Es de vital importancia reconocer que el Huila es muy grande en el desarrollo de su cultura, por la irradiación geográfica de sus treinta y siete municipios, en donde sobresalen unos más que otros, en el campo de las muestras culturales, pero existen otras que marcan la pauta por el alto grado del alcoholismo, lo cual debe ser minoritario en lo sucesivo, para no perder el gran horizonte de la cultura, algo muy significativo que marca un buen sabor, es la cocina de cada uno de los hogares Huilenses, en donde el olor florece en cada una de las personas, para que el paladar sea ese buen canal para degustar la diversidad de sabores y platos alimenticios, gran ejemplo para Colombia, que es tan diversa en su desarrollo multicultural; Hoy la riqueza cultural del pueblo Huilense está     en sus Habitantes, porque ellos saben extenderle la mano a cada una de las personas que bien llegan al departamento del Huila, donde se irradia una hermandad de mucho significado, es donde se distinguen muchos valores, como el respeto, la solidaridad, la alteridad y la sana convivencia social de cada una de las personas que están en el departamento, e inclusive por fuera de él. Verdaderamente el garbo cultural es muy significativo, pero se necesita establecer una buena articulación con la educación para tener un mayor alcance social, en donde todas las comunidades puedan sobresalir por su folklor y su armonía intelectual, que es característico en toda la región, porque cabe rescatar la referencia que realiza Bauman de Piaget, al recalar que el ser humano es una criatura que genera estructuras y se orienta a partir de ellas. Una de las constantes en todos, los procesos humanos, está cabalmente en puntualizar dos características inherentes a todo ser humano; la creatividad y la dependencia, aspectos que además se complementan mutuamente, en donde la creatividad cultural es muy buena y ejemplar, en el momento de demostrar los aires musicales y dancísticos, que hacen del Huila un patrimonio cultural para el mundo, pero sobretodo, para los jóvenes, que merecen ser apoyados en todo momento.

Desde el punto de vista educativo, el departamento del Huila tiene un buen nivel de aceptabilidad, pero puede ser mejor, si tenemos pertenencia en ella, si capacitamos más a los docentes, en los diferentes procesos de innovación pedagógica. Porque la educación es un constitutivo esencial de nuestro ser. No es un añadido ni tampoco un adorno. En este sentido educar y educarse solamente compete a los seres humanos, por una repuesta sencilla y clara, lo cual depende del grado cultural que tengamos hoy y siempre, es decir en todo momento de nuestra gran existencia, y que Dios nos permita desarrollarla, para varios autores, consideran que educar no es un término unívoco, rebasa ese concepto. Educar tiene una pluralidad de sentidos, mismos que tienen que ver con la vida, con el pensamiento, con la cultura, como lo exprese anteriormente, con el quehacer y, finalmente, con el ser. Educar y ser son dos términos inherentes. Podríamos decir que se educa para ser y se es de acuerdo a la educación adquirida. Cuando descubramos qué significa educar entonces nos estaremos capacitando para pensar, sentir y actuar. Nos estaremos capacitando para ser.  Cuando utilizo el termino capacitación dentro de la educación significa reconstrucción, recreación, reinvención; por lo tanto, no se pretende reproducir un modelo (por bueno que éste sea, en el mejor de los casos). Involucrado en ese proceso, el hombre se vuelve observador y autocrítico, y obtiene un buen conocimiento de sí mismo, se relaciona de una manera adecuada con el otro, con la naturaleza y con las herramientas que él mismo produce. Esta nueva idea nos lleva a pensar que la educación no tiene un sentido individualista, sino eminentemente social y, más aún, cósmico (de relación con el universo). Según Gadamer, la educación no depende de un programa, de un plan preestablecido, de la imposición de un paradigma, lo cual viene impuesto desde fuera, sino del desarrollo de un comportamiento natural y consciente en el que la interrelación juega un papel fundamental. En sus propias palabras: “la educación es así un proceso natural que, a mi parecer, cada cual acepta siempre cordialmente procurando entenderse con los demás”. Como nos podemos dar cuenta, educar o educarse no es cosa fácil. Lo fácil es seguir un modelo o imponerlo. La dificultad para el sentido auténtico de educación viene acrecentada por la existencia de la interrogante, duda y sospecha respecto a los postulados básicos de la estructura educacional sostenidos por un sistema.

De manera personal considero que sería bueno evaluar solamente a los estudiantes, en cada uno de los centros educativos del departamento del Huila y que se pudiera abolir la calificación, por el temor que le representa a muchos estudiantes, creería yo, que a la mayoría de ellos. Porque la evaluación es un Conjunto de acciones lideradas por los profesionales de la educación para que tanto ellos como los estudiantes puedan obtener e interpretar la información sobre el aprendizaje, con el objeto de adoptar decisiones que permitan promover el progreso del aprendizaje y retroalimentar los procesos de enseñanza.

Esta definición tiene como propósito subyacente hacer de la evaluación parte intrínseca del proceso de enseñanza aprendizaje, una especie de guía o brújula que indicará tanto a docentes como estudiantes el estado actual del aprendizaje y que entregará, además, pistas sobre cómo seguir adelante el viaje. Hoy Existen conceptos importantes en esta definición que hacen de la evaluación un proceso más cercano al desarrollo del estudiante y de más conexión entre los actores involucrados, estos son:

  • Evidencia” que, según su definición, refiere a aquello que los estudiantes escriben, dicen, hacen y crean para mostrar su aprendizaje (Griffin, 2014).
  • Interpretación”, inferencia que deriva en un juicio evaluativo sobre el aprendizaje. 

Tanto la evidencia como la interpretación son, en este caso, factores completamente “humanos” a tener en consideración al momento de evaluar, ya que pertenecen a un paradigma diferente al de la prueba estandarizada clásica y requieren de mucha más creatividad en su ejecución para sacarle el máximo provecho. Existen dos caracterizaciones sobre la evaluación que es importante tener a mano:

  • Respecto a su finalidad o propósito para con el estudiante. En este sentido, existen las pruebas formativas, destinadas a monitorear y acompañar el aprendizaje de los alumnos y las sumativas, cuyo objetivo es certificar los aprendizajes logrados por los estudiantes. Respecto al objeto de evaluación, sobre qué se está mirando del aprendizaje del estudiante. Para esta clasificación se distinguen tres tipos de objeto: 
    1. Evaluación de proceso, sobre aspectos que reflejan cómo los estudiantes van aprendiendo.
    2. Evaluación de progreso, sobre los avances de su propio aprendizaje.
    3. Evaluación de producto, acerca de las cosas que los estudiantes logran finalmente aprender.

Finalmente se busca en la evaluación, además de su rol formativo, una componente intrínseca de motivación ya que no solo debe ser considerada como una guía o certificación, sino que además debe estar construida para fomentar el aprendizaje de los estudiantes. Con todas estas características presentes, se estará hablando de una “evaluación al servicio del aprendizaje”.

Mientras que la calificación es la representación del logro o de la competencia en el aprendizaje a través de un proceso de evaluación, que permite transmitir un significado compartido respecto a dicho aprendizaje mediante un número, símbolo o concepto, como lo establece el decreto 1290

El concepto clave de esta definición es el de representación. Mientras que la evaluación muestra evidencia sobre el aprendizaje del estudiante, la calificación es una forma de mostrar y/o comunicar los logros y competencias conseguidos en el proceso de evaluación. Según la guía de orientaciones para la implementación del decreto de la Unidad de Currículum y Evaluación (UCE), esta representación puede lograrse en un número, símbolo o concepto y siempre conlleva un proceso de evaluación, es decir, no existe calificación sin evaluación. Debe existir, además, un significado compartido entre los actores de la comunidad educativa respecto a estas representaciones, ya que serán utilizadas para comunicar el grado de avance de los estudiantes tanto a otros profesionales del establecimiento como a padres y apoderados.

Esta comunicación mediante la calificación tiene el propósito de involucrar a estas personas en el proceso educativo de los estudiantes, por lo que es clave entender cómo interpretan estos actores las representaciones del logro o de la competencia. Por ejemplo, un 3,5 puede ser interpretado como “bueno” por algunos padres y “pésimo” por otros, hasta llegar a castigar Psicológicamente a su hijo, de esta manera, una recomendación importante que se da respecto a la calificación, con el objetivo de no contaminar la representación fiel de los logros y competencias alcanzados, es no usarla con finespunitivos ni como reconocimiento por méritos distintos a los logros de aprendizaje. Bonificaciones de puntaje por puntualidad, por ejemplo, no representan el cumplimiento de objetivos de aprendizaje planificados en la unidad, ni mucho menos calificar con elementos de la guerra, como lo hacen varios docentes ( Puntos positivos en la acción de la evaluación), por favor, no más violencia en las aulas, con este tipo de valoración, miren como Magister en evaluación educativa me ofrezco gratis para orientar el proceso evaluativo en cualquier centro educativo del departamento, pero no más positivos para los estudiantes del Huila y de Colombia.

Otra recomendación es la de calificar solamente aquello que los estudiantes han tenidolaoportunidad de aprender, es decir, que las evaluaciones tomen en consideración sólo experiencias pedagógicas que hayan vivido los estudiantes, si es que la deseamos tomar; Respecto al modo de calificar, se recomienda ponderar en un menor grado las primeras evaluaciones y considerar métodos complementarios como auto o co-evaluaciones, que hacen de la calificación una representación más completa del logro y competencia de los estudiantes.

Chévere seria que el Huila evaluara y no calificara, destacándose la acreditación del estudiantado y aminorando la llamada reprobación con ponzoña y aguijones. elipe99@yahoo.es


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