jueves, septiembre 21 2023

La OCDE señala que 163 millones de latinoamericanos entre los 15 y 29 años necesitan aprender y adquirir nuevas cualificaciones para convertirse en empresarios o conseguir trabajos en la industria de la era digital. Entre un 30 y 40% de los trabajos en las industrias en crecimiento requieren de habilidades blandas, relacionadas con destrezas sociales y emocionales, por lo que las experiencias educativas deben hacer mayor énfasis en estos aspectos. Entender el funcionamiento de la tecnología y cómo sacar provecho de ella, resolver problemas de forma ágil y creativa, y desarrollar una mentalidad de crecimiento, aprendizaje constante y resiliencia, son aspectos clave en el reentrenamiento de los trabajadores actuales.

Redacción
La Inteligencia Artificial es quizás el invento más transformador de los últimos tiempos, y su importancia es equiparable con la invención del motor de combustión, que revolucionó el transporte a nivel mundial en el siglo XX. Los cambios profundos que representa esta tecnología traen consigo transformaciones sociales, económicas y laborales. Esto exige disrupción en los modelos educativos, en la relación profesor–estudiante, pero también la manera como se desempeñan los trabajos existentes. Así pues, no son sólo los niños y jóvenes quienes deben reinventarse lo que aprenden y cómo lo aprenden; los trabajadores también deben mantenerse vigentes y adaptarse a estos cambios, recapacitarse y reentrenarse para responder a las nuevas necesidades de las industrias.
“La tecnología está permitiendo amplificar las capacidades de los trabajadores en diversos sectores de la industria, por lo que es una necesidad repensar modelos educativos y establecer programas de reentrenamiento y capacitación permanentes desde el interior de compañías y organizaciones.”, aseguró Marco Casarín, Director General de Microsoft Colombia. Si, como se estima, la automatización se encargará de algunas labores operativas y rutinarias, los trabajos serán más humanos, y valorarán cada vez más las habilidades en diseño, interpretación y comunicación y otras habilidades blandas. Por ello, los nuevos trabajos permitirán a las personas agregar mayor valor a cada una de sus industrias.

Una experiencia educativa ultrapersonalizada
Para impulsar la consolidación de las nuevas condiciones de aprendizaje que demandan las sociedades actuales, se creó un Marco de Transformación Educativo (ETF) con el apoyo de 130 líderes políticos y académicos. De tal manera, se diseñó una hoja de ruta y se encargó el estudio ‘La clase de 2030 y el aprendizaje de por vida: El imperativo tecnológico’ para identificar las principales recomendaciones que mejorarían la experiencia educativa de las futuras generaciones.
Entre los principales hallazgos de dicha investigación se encontró que los docentes necesitan hacer un mayor énfasis en el desarrollo de destrezas sociales, emocionales, creativas y tecnológicas, teniendo en cuenta que entre 30 y 40 % de los nuevos trabajos en las industrias tecnológicas requieren habilidades blandas.
De igual forma, el estudio identificó que los estudiantes buscan un trato altamente personalizado, en el que sean visibles y escuchados y una nueva relación entre docentes y alumnos. La retroalimentación directa es muy apreciada: se estima que los niños y jóvenes que reciban este tipo de orientación tendrán un desempeño 98% superior frente a los que no la tengan. Sin duda, esto implica una relación de confianza más estrecha entre alumno y profesor, lo que sigue siendo uno de los principales desafíos: mientras un 51% de los profesores creen tenerla, solo un 34% de los alumnos está de acuerdo con ello.

Fuerza laboral resiliente
Sin embargo, los niños y jóvenes en edad escolar son solo una parte de ciclo de aprendizaje. El concepto de educación como un período único de formación en una sola etapa de la vida no existirá más, pues la velocidad de la innovación y de la transformación del mercado laboral retará a los trabajadores en aprender de manera continua para mantenerse vigentes. Así pues, los individuos que actualmente hacen parte de la nómina de empresas en diversos sectores de la industria, o quienes están apostando por el emprendimiento, tendrán que encontrar nuevas herramientas de capacitación. Sin lugar a duda, cultivar y desarrollar una mentalidad resiliente de crecimiento, cuyo norte pretende aprender constantemente y adaptarse al cambio, será un aspecto central en los procesos de reentrenamiento de trabajadores, de acuerdo con el estudio de Accenture New Skills Now.
La OCDE señala que en Latinoamérica existen 163 millones de personas entre los 15 y 29 años que se enfrentan a la escasez de oportunidades para aprender y adquirir nuevas habilidades, que les ayudarían a convertirse en empresarios o a conseguir un trabajo en la industria de la era digital. Algunas de estas destrezas clave están directamente relacionadas con los conocimientos técnicos que permitan entender, usar, manipular y sacar provecho de la tecnología; al igual que el autoconocimiento y la capacidad de interacción y trabajo efectivo con equipos, tanto presenciales como virtuales.

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