La Selección Argentina se impuso 4-2 por penales ante Francia (tras igualar 3-3 en los 120 minutos) en el estadio Lusail y se consagró campeón del Mundial de Fútbol Qatar 2022.
Difícilmente se haya visto mayor diferencia conceptual entre dos equipos en una final del mundo como la que se advirtió en el primer tiempo entre Argentina y Francia. Messi, de penal, tras una infracción de Dembelé a Di María, y el propio Fideo, luego de una jugada colectiva de excelencia, la Selección tomó ventaja. Tanto fue así que Deschamps realizó dos cambios antes del primer tiempo. En la segunda parte, después del enorme desgaste del primer tiempo, llegó el tiempo de resistir. Pero sin la necesidad de que los 10 jugadores se sujetaran al travesaño rodeando a Dibu Martínez. Scaloni definió el ingreso de Acuña por Fideo superstar para obturar caminos. De Paul con su manejo de los tiempos, haciendo lo que había que hacer en cada acción, más el manejo de Mac Allister y Fernández, más las perlitas de Messi, hasta supieron arrancarles algunos “ole” a las tribunas.
Pero el suspenso llegó con el penal de Otamendi a Kolo Muani. Dibu estuvo a centímetros de atajarle a Mbappé. Y, con el efecto Países Bajos, casi inmediatamente llegó el 2-2, también de Kiki, con una volea. Minuto 81. Y en el segundo tiempo del alargue parecía haber llegado el premio. Fue a los 108 minutos, luego del remate furioso de Lautaro Martínez que contuvo Lloris, y del rebote que tomó la Pulga, para volver a romper el score. El guión pedía algo así, la escena épica, con el muchachito de la película, para coronar tamaña obra. No obstante, otra vez se interpuso un obstáculo. Otro penal que Mbappé tradujo en su hattrick y en el 3-3. Y en los penales llegó la gloria. Otra vez con Dibu como héroe, atajando el penal de Coman y poniendo nervioso a Tchouameni para que desviara el suyo. Fue Gonzalo Montiel el héroe que puso el 4-2 decisivo.
La última vez que Argentina se coronó campeón fue en México ’86, cuando fue liderado por su máxima figura Diego Armando Maradona. Las miradas del mundo estaban sobre Messi, a quien la Copa del Mundo le había sido elusiva en su carrera y en esta su segunda final esperaba llevarse el trofeo que más ha querido. Además, que la superestrella internacional argentina había dicho que este iba a ser su último Mundial.

Argentina llegaba a su sexta final de un Mundial con la esperanza de llevarse su tercer título. Por su parte, Francia había llegado con tres finales a cuestas, de las que había ganado dos. Las apariciones en finales para los franceses iniciaron con el triunfo logrado en 1998, también estuvieron en las finales del 2006 y 2018, en el que consiguieron su segundo título. Los galos igualaron a Italia (1934 y 1938) y Brasil (1958 y 1962) al jugar dos finales consecutivas.
Los argentinos llegaban con un récord positivo sobre los franceses, pues en dos enfrentamientos salieron ganadores, sin embargo, esta Francia tenía la ventaja psicológica por haberlos vencido en 2018 por 4-3 en la fase de grupos, que fue su último enfrentamiento previo a esta final.
La Argentina empezó a soñar con el título a los 22 minutos cuando Ángel Di María fue derribado en el área por Ousmane Dembélé. Messi se encargó del disparo un minuto después al conectar el balón a su derecha, engañando al portero Hugo Lloris, que solo vio el balón meterse mientras volaba a su derecha.
La segunda anotación de Argentina llegó a los 36 minutos cuando atacaba Francia. Dayot Upamecano perdió el balón en el ataque y el esférico le quedó a Messi, quien con poco ángulo cacheteó balón hacia la derecha para que recibiera Julián Álvarez, que se desprendió por la derecha y encontró a Alexis Mac Allister que cruzó abajo para que Di María la empujara para el 2-0. Con su anotación, Di María se ha hecho presente en el marcador para la Argentina en tres etapas de eliminación directa en los Mundiales.
La pasividad de Argentina le costó caro en la segunda mitad, pues Francia, aunque se veía enredada por momentos, tuvo paciencia y vio los resultados en solo dos minutos hacia el cierre del juego.
Nicolás Otamendi jaloneó a Randal Kolo Muani, quien se metió por la izquierda, y el árbitro sancionó el penal, que cobró Mbappe para el descuento. Era el 2-1. Cuando apenas se reacomodaban los argentinos en la cancha, Mbappe no perdonó al recibir el balón en donde más le gusta, al borde del área, dribleó y lanzó el zapatazo para el 2-2 que enmudecía al estadio a los 81 minutos de juego.
Para los tiempos extras, Francia jugó a una revolución similar a la que terminó el tiempo regular, con mucha rapidez y tratando de hacer pagar la pasividad argentina. A los 109 minutos, Laurato Martínez quedó cara a cara con Lloris, quien le tapó el disparo, pero por suerte para los argentinos, Messi estaba de frente al balón y la empujó para el 3-2 que le daba nuevamente esperanzas de título a su equipo. Esa anotación fue la séptima de Messi, igualando a Mbappe en el torneo. Pero Mbappe volvía a ponerse la bota de oro y anotó el empate de 3-3 tras un tiro penal. Gonzalo Montiel detuvo un disparo con el codo dentro del área y el árbitro sancionó.
El juego se tuvo que ir a la tanda de penales en la que los argentinos no fallaron sus disparos, mientras que Kingsley Coman vio como el ‘Dibu’ se vestía de héroe una vez y taparle su disparo. Aurélien Tchouaméni erró su disparo al tirarle muy a su izquierda. Messi, Dibala, Paredes anotaron para darle el cuarto disparo a Montiel, quien aseguró la victoria argentina.

Con información de Infobae/Fifa/Los Angeles