Desafío del COVID-19: Más presencialidad menos virtualidad

Desafío del COVID-19: Más presencialidad menos virtualidad

Existe una percepción de confianza en la vacuna del 75%, según los encuestados. Sin embargo, esta confianza no debe permitir bajar la guardia frente a los cuidados del COVID-19. Y se evidencia que el 84% de las personas encuestadas consideran necesario seguir usando tapabocas después de completar el esquema de vacunación

Redacción
Los colombianos quieren retomar las actividades presenciales y no desean continuar con labores cien por ciento virtuales. En el actual contexto de la pandemia, están dispuestos a asistir a lugares públicos, a restaurantes, a cine, a conciertos, a su lugar de trabajo y les gustaría viajar.
También ven con buenos ojos la exigencia del carné de vacunación y el regreso a clases presenciales de los estudiantes, al tiempo que apoyan el plan de vacunación, ya que el 79% de las personas encuestadas ha accedido al biológico. Sin embargo, están divididos ante una posible sanción de los empresarios a los empleados que no se vacunen, según fue revelado durante el foro Peligros de bajar la guardia frente al Covid-19.
En el evento se presentaron los resultados de una encuesta de la Universidad del Rosario, la Fundación Konrad Adenauer, Cifras y Conceptos y El Tiempo, sobre la percepción de la vacunación en Colombia, en la que se encuestaron a 2231 personas mayores de edad entre el 3 y el 16 de septiembre de 2021. De estas, el 54% fueron mujeres y 46% hombres de todos los niveles socioeconómicos.
Sobre el retorno a la presencialidad, los encuestados indicaron que las situaciones que retomarían primero serían ir a lugares públicos (38%), ir a restaurantes (35%), viajar por Colombia (30%), montar en transporte público (28%), ir a su lugar de trabajo (21%), ir a cine (18%), ir a conciertos (15%) y viajar fuera del país (15%). La reactivación económica ha sido muy importante, pero también la recuperación de espacios personales por salud mental.
En su mayoría manifestaron estar de acuerdo con un regreso cien por ciento presencial a los restaurantes (64%), a clases para estudiantes de universidad (55%), al trabajo en las oficinas (53%), a bares y discotecas (52%), a clases para estudiantes de bachillerato (50%), a eventos públicos y privados masivos (48%), a clases para estudiantes de primaria (46%) y a clases para estudiantes de preescolar (45%).
En cuanto a un regreso cien por ciento mixto (presencial y virtual), los porcentajes más altos se presentaron en clases para estudiantes de bachillerato (40%), clases para estudiantes de primaria (39%), clases para estudiantes de preescolar (38%), trabajo en las oficinas (38%), clases para estudiantes de universidad (37%) y eventos públicos y privados masivos (37%). Llama la atención el bajo porcentaje de encuestados que desean que estas actividades continúen cien por ciento remoto, a pesar que la pandemia no ha terminado.


Respaldo al plan de vacunación
Según el estudio, el 79% de los encuestados ya se vacunó contra el COVID-19 y el 21% no lo ha hecho. Estos últimos argumentan desconfianza de la vacuna (38%), no quieren vacunarse (20%), miedo a contagiarse de COVID-19 (16%), por sus creencias religiosas o culturales (9%), temor a agravar enfermedades de base (8%), ya se contagiaron de COVID-19 (4%), no hay vacunas suficientes (2%) y no creen en el virus (1%).
“Entre el 21% de no vacunados llama la atención que haya una alta proporción de estos (78%) que piensan vacunarse, sin embargo, este porcentaje es alto y sobre este grupo habría que hacer estrategias diferenciadas de comunicación e información para promocionar la vacunación, focalizada en las razones que aducen para no querer vacunarse”, dijo Gustavo Quintero, decano de la Escuela de Medicina y Ciencias de la Salud de la Universidad del Rosario.
Se puede pensar en incentivos materiales directos, los cuales son particularmente útiles para generar comportamientos que se requieren una sola vez, pero estos deben ser de carácter positivo como recompensas y no de carácter negativo como son las sanciones. Se podría promover incentivos similares a los existentes por votar y descuentos en la obtención o la renovación del pasaporte, en impuestos y en la matrícula en universidades públicas.

Exigencia de carné de vacunación
El 52% de los encuestados está de acuerdo en que se exija el carné de vacunación contra el COVID-19 para viajes internacionales, el 50% para eventos públicos masivos, el 48% para viales nacionales, el 48% para ingreso a los estadios y eventos deportivos, el 47% para eventos privados masivos, el 43% para el regreso al trabajo presencial, el 41% para el ingreso a restaurantes y bares y el 39% para asistencia a colegios o universidades.


En cuanto a que las empresas sancionen a los empleados que no se quieren vacunar contra el COVID-19, el 36% de los encuestados está totalmente en desacuerdo y 27% totalmente de acuerdo. No obstante, el 36% tiene una posición neutra en este tema.
Para los casos de tensión entre derechos, como los que se dan cita en torno a la vacuna contra la COVID-19, se ha desarrollado la técnica de ponderación, que consiste en sopesar cuál o cuáles de los derechos en tensión tienen mayor peso específico en una situación concreta. En una situación de pandemia, provocada por la transmisión de un virus mortal, el asunto trasciende y excede la esfera de lo individual, e implica una afectación intensa de los derechos de los demás, y de la política pública en salud. En estos casos, la posición de los demás ciudadanos y de la sociedad tiene mayor peso que la del sujeto individual. Alejandro Cheyne, rector de la Universidad del Rosario, en su intervención indicó que el desafío del COVID-19 no ha terminado. “Tenemos un propósito pedagógico con las personas que aún no se han vacunado”.