El Huila, pese a su buen posicionamiento a nivel nacional y referente a la donación de órganos y tejidos, presenta un alto índice de negativa familiar al momento de autorizar los procedimientos.
El departamento del Huila ocupa el segundo lugar en Colombia en acciones positivas de donación y trasplantes de órganos y tejidos.
Sin embargo, el desistimiento o la negativa de los familiares ha presentado, estadísticamente hablando, altibajos notorios que revelan la falta de consciencia social solidaria frente a la decisión de contribuir a salvar de vidas.
En 2014, 50% de las familias de personas que fallecieron, y eran aptas para la donación de órganos y tejidos, terminó desistiendo. En 2015 la tasa aumentó a 56%.
La secretaria de Salud del Huila, Yanid Paola Montero García, informó que en lista de espera para trasplante renal fallecieron dos pacientes en 2014 y uno en 2015.
Actualmente se encuentran en lista de espera 57 personas para trasplante de riñón y 97 personas para trasplante de córnea; pacientes que están a la expectativa de un acto de bondad por parte de familias afectadas con el fallecimiento de un ser querido por criterios neurológicos; vale decir, muerte encefálica.
El Hospital Universitario Hernando Moncaleano Perdomo de Neiva es la única IPS pública en el país que cuenta con el servicio de trasplante de órganos; para 2015 se realizaron 26 trasplantes renales; si todas las familias entrevistadas hubiesen aceptado la donación, habrían sido más de 60.
Causas de la negativa
Las principales causas de negativa familiar han sido:
-Negativa familiar sin más razón (24%), refiriendo las respuestas de un no rotundo a la donación, sin enunciar el motivo por el cual desisten.
-Dudas sobre la muerte encefálica (23%), las cuales según información aportada por los médicos Coordinadores Operativos de Trasplante, son generadas principalmente por falta de comunicación asertiva entre los profesionales de salud y los familiares del paciente fallecido. La falsa creencia de los parientes de que, mientras el corazón siga latiendo, su familiar continúa con vida, cuando en realidad, el diagnóstico de muerte encefálica significa desde los puntos de vista médico, ético y legal el fallecimiento de una persona.
-Ideas y creencias religiosas (15%): aclarando que han sido muy pocos los casos en que sea directamente la religión la que se oponga a la donación.
-Dudas sobre la integridad Corporal (6%): creencia de que el cadáver de su ser querido va a ser desfigurado o mutilado.
-Negativa previa del donante potencial (6%): cuando la persona en vida manifestó su deseo de no ser donante en caso de fallecer.
-Problemas con el personal de salud (6%): se presentan desistimientos a la percepción de negligencia y/o atención inhumana a su ser querido y/o problemas con personal de seguridad y paramédico para autorización de ingreso a los familiares.
-Percepción de corrupción en el proceso de donación y trasplante, infundado por la falsa creencia de que existe negocio y tráfico de órganos, así como de los criterios de asignación técnico-científicos para acceder al trasplante, donde tienen mayor peso la compatibilidad del donante con el receptor, la urgencia y el tiempo en lista de espera.
-Opiniones encontradas en familia numerosa: existen casos en que la mayoría de los familiares acepta la donación y son conscientes de su responsabilidad social en dicha situación, pero se presentan desacuerdos por uno o dos familiares que se oponen a la donación.
Ante este panorama la opción es tratar el tema de la donación en vida y en familia, solicitando que se respete la decisión tomada sobre ser o no donante.
La Secretaría de Salud del Huila verifica la asignación de los órganos donados y trasplantados en el Huila, para lo cual está disponible las 24 horas del día, velando por la transparencia en el proceso.
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