Pese a su permanente presencia y acción desde los tiempos de la antigua Provincia de Neiva hasta llegar a la actualidad del departamento del Huila, los afros no han contado en la historia de esta región. Por ello, resultó clave la investigación de la antropóloga María Angélica Suaza y que plasmó en el libro “Los esclavos en las haciendas de la Provincia de Neiva durante el Siglo XVIII”, base para repensar su visibilidad.
“La historiografía del actual departamento del Huila sólo reconoce el aporte indígena y español en la conformación histórica del actual huilense, negando la presencia negra y su contribución racial, cultural y socio-económica a la sociedad”, afirma en un aparte de su libro “Los esclavos en las haciendas de la Provincia de Neiva durante el Siglo XVIII”, la antropóloga María Angélica Suaza Español.
La también Magíster en Historia de la Universidad Nacional de Colombia, agrega que “con este trabajo en arqueología histórica se pretende visibilizar la presencia de los africanos y sus descendientes, que desde la conquista y colonia fueron traídos en calidad de esclavos a este territorio”.
Explica la profesional que la investigación fue contextualizada dentro del panorama geográfico y social de la Provincia de Neiva durante el siglo XVIII, mostrando la dinámica que existía en torno a la esclavitud. “Por otra parte, se enfoca en las relaciones interétnicas que establecieron los negros y mulatos con los otros habitantes de las haciendas”, anota Suaza Español.
De esta manera, la investigadora subraya como “la hacienda en la Provincia de Neiva a partir del Siglo XVIII se convirtió en el hábitat esencial y en zona de contacto entre españoles, indígenas, mulatos, negros, zambos y mestizos”.
En el trabajo se evidencia como el esclavo desde su cultura en un proceso de transculturación con los otros grupos que habitaban la hacienda, aportó diversos saberes: su conocimiento en la ganadería, en las labores domésticas y artesanales, estas últimas enfocadas en la cerámica, zapatería y sombrerería. En cuanto a las tradiciones cerámicas se determinó algunos estilos decorativos que los esclavos realizaban en la fabricación de las diferentes vasijas, aportando nuevos elementos para el estudio de la arqueología histórica en la Nueva Granada.
“Igualmente se adentra en la cotidianidad del esclavo en la hacienda: las actividades relacionadas con el trabajo de la ganadería, la familia, la comida, el vestido, la vivienda y las enfermedades”, precisa María Angélica Suaza.
‘Los afros, invisibles en Huila’
Así mismo, en el prólogo del libro, Monika Therrien afirma como el texto es una “arqueología de esa memoria histórica y paisajística que aún reserva evidencias de los contactos culturales entre poblaciones nativas, afrodescendientes y de origen hispano en el marco de la producción de las haciendas coloniales, dónde se definieron los roles del esclavo, del jesuita, del hacendado, del indígena colonizado”.
“La profundización en este escenario complejo, rudo y desconocido la viene desarrollando Angélica Suaza a lo largo de varios años, con enorme tesón y poco apoyo, bien sea por la falta de credibilidad en su propuesta de develar ese mundo africano en el seno del Huila o por la falta de voluntad para admitir dicha presencia”, destaca la experta Therrien.
Y agrega que “lo que se plasma aquí es fruto de ese esfuerzo, el cual abrió también las puertas para que pudiera por fin realizar sus primeras excavaciones para develar ese otro mundo de fuentes de información y contrastación, las evidencias arqueológicas”.
“La obra de Angélica Suaza sobre los esclavos en las haciendas de la Provincia de Neiva en el Siglo XVIII, se suma a esas nuevas semillas de arqueólogos e historiadores que buscan enriquecer y mostrar otra historia del Huila, más humana y menos monumental, más cotidiana y menos oficial, de presencias y ausencias, de diversidad y complejidad y no de homogeneidad”, subraya en el prólogo del libro Monika Therrien.
‘Presencia Negra en Huila’
Considera la investigadora Suaza, en la Introducción de su libro, que los estudios sobre las poblaciones negras en Colombia en su mayoría se han concentrado en las áreas donde habitan actualmente la mayoría de las poblaciones afroamericanas: el Pacífico y el Caribe, dejando fuera del estudio la presencias de éstos en otras regiones como el Huila. “Esta negación fragmenta el mapa histórico de la ocupación y presencia de africanos, contribuyendo al racismo y al determinismo geográfico”, asegura.
Ilustra su percepción con los textos del historiador Joaquín García Borrero sobre que “afortunadamente” no hay herencia del “pueblo de Can” en este departamento. Igualmente, el historiador Bernardo Tovar afirma que “las razas india y blanca conformaron las fuentes predominantes para el aparecimiento de la nueva población, dado que la raza negra sólo tuvo una presencia muy escasa en la región”.
“Creo al respecto, que aunque el número de esclavos que vivían en la Provincia de Neiva, no es comparable con provincias como Popayán y Cartagena, hicieron parte de la sociedad colonial de la Provincia de Neiva”, escribe Suaza en la Introducción de su libro.
Para analizar
“La historiografía del hoy departamento del Huila sólo reconoce el aporte indígena y español en la configuración histórica del huilense contemporáneo, negando la presencia negra y su contribución racial, cultural y socioeconómica, a la sociedad. En este trabajo de arqueología histórica se pretende hacer visible la existencia de los africanos y sus descendientes, quienes durante la Conquista y la Colonia fueron traídos en calidad de esclavos a este territorio”.