Un amplio relato sobre la historia, presente y futuro del Festival de las Brujas en este informe que aborda desde los aspectos culturales y tradicionales, y las expectativas con los cambios de la actualidad y los costos económicos del evento.
Por Viviana Guzmán
Especial www.noticiasalsur.co
La Jagua es conocida en varias partes del país y del exterior como pueblo de brujas. Esto se debe a que allí hace muchos años los brujos hechiceros del sur del país se concentraban para hacer rituales y conjuros. Actualmente se dice que existen dos tipos de brujas: las hechiceras (se ganan la vida adivinando el porvenir con la lectura del cigarrillo y el tabaco) y la voladora (la bruja que irrumpe los techos de la casa).
Cuenta la leyenda que en el parque principal de este pueblo, que hasta 1936 fue municipio, quemaron a la bruja ‘Micaela’ en plena época de la Inquisición; que otra, Silvia Ordóñez, le hizo un maleficio a un cura porque no quiso bautizar a su hijo y que una tercera fue amarrada en un árbol por orden de Manuel Sánchez, alcalde de la época (1880), porque le había hecho un maleficio a la hija de su mayordomo.
Sin embargo, a partir de 1993 cuando llegó el teatro taller de Colombia con una obra de teatro llamado Los Zingaros que era sólo zanqueros y música en zancos, en compañía del director Jorge Luis Vargas Echeverry, quien según la bibliografía obtenida de la página web Fundación Teatro Taller de Colombia “fue alumno y después actor en el grupo Teatro La Mama de Bogotá con la dirección de Eddy Armando desde 1969 hasta 1971”.
Su formación teatral estuvo a cargo del maestro Eugenio Barba y su grupo el Odin Teatret de Dinamarca a quienes conoció personalmente en el I Encuentro Latinoamericano de Teatro de Grupos en Ayacucho, Perú, en 1978, estableciendo desde ese entonces un lazo de amistad y un contacto permanente en diferentes talleres, seminarios y varias sesiones de trabajo con su proyecto pedagógico del “Ista” – Escuela Internacional de Antropología Teatral – realizados en Perú, México, Italia, Dinamarca y Colombia. Importantes experiencias en su proceso de aprendizaje teatral y conceptos de un teatro de laboratorio, es decir, un teatro de estudio, búsqueda y experimentación.
Igualmente, ha podido compartir de cerca el trabajo con Peter Shumman del “Bread and Puppet, el San Francisco Mime Trupe, el Bond Stree de los EE. UU., el Foot Barn Theater de Francia, el Teatro Núcleo, el Tascabille Teatro, el Potlach Teatros de Italia, Yuyaskani y el Teatro Cuatrotablas del Perú. Así mismo con alumnos del Laboratorio de Grotowski, Augusto Boal, Osvaldo Dragún, Enrique Buenaventura, Julian Beck, Arthur Miller, Richart Astroong, Isso Miura, entre otros maestros y grupos que le han transmitido valiosos aportes y vivir experiencias significativas en cuanto a su aprendizaje teatral.
Por otra parte, con el Teatro Taller de Colombia como actor, director y pedagogo ha podido desarrollar desde 1972, año de su fundación, un trabajo de estudio e investigación sobre la puesta en escena y dirección, con base en los 30 montajes y propuestas producidas en sus treinta y cinco años de vida artística”.
Lastimosamente, Jorge Vargas falleció hace tres años, a causa de cáncer en el estómago y con él decayó la magia del festival.
Magia que lograba atraer turistas
Desde la llegada de Jorge y el Teatro Taller de Colombia a La Jagua se despertó la inquietud por el pueblo, en la que se decía que había una magia que lograba atraer turistas. Es por ello que Jorge junto a la Escuela Internacional de Teatro Callejero se une con Fanny Mickey, Jaime Bravo, el alcalde y su esposa Liliana Vázquez, para constituir y dirigir el primer evento llevado a cabo el 31 de octubre, el cual hasta la actualidad se sigue celebrando el puente festivo del 31, si este no cae un 31 se realiza el primer puente festivo de noviembre, iniciando un viernes y terminando el lunes festivo. Durante el mismo se dictaban talleres con grupos de teatro, música, malabares, acrobacia, danza en zancos, capoeira, entre otras no solo de Colombia, si no a su vez contó con el acompañamiento de alemanes, españoles, franceses, venezolanos.
Con el paso de los años el festival fue creciendo y tomando relevancia debido a los contactos que se lograron facilitar tanto nacionales e internacionales con ayuda de Jorge y Fanny, por lo que el Departamento consideró que era un evento que se podía realizar y comenzaron a destinar recursos.
El festival se constituyó 5 años después de haberse organizado, y siempre estuvo en manos del grupo de teatro y la Junta de Acción Comunal. Con el tiempo se unió la Alcaldía lo que permitió crecer, pero a su vez repercutió negativamente en el evento, debido a que con la llegada de la institucionalidad al mismo, ocasionó un interés más económico perdiendo la armonía de presentar algo.
Yesenia, una de las fieles acompañantes durante el proceso que realizó Jorge y Fanny al festival asegura: “Jorge quería que el Festival de Brujas fuera un evento más cultural y no una feria de cervezas y a medida que entraban más organizaciones se pensó más en el marketing, en ganar; lo que ocasionó que el festival fuera decayendo un poco, hoy en día ha vuelto a crecer aunque ya no con la misma fuerza de sus inicios. Ahora todo es más complicado, desde el hecho de gestionar recursos porque cada vez hay menos plata y más exigencia”.
La exigencia radica en primera medida en los parámetros estéticos y reglas específicas para poder participar y en segunda medida porque no cualquiera puede presentar proyectos que se desarrollen en el festival. Para gestionarlos tiene que ser una fundación o una empresa y debe tener como mínimo un año de estar funcionando. Todo el que quiera participar en el evento independientemente de si es organización o no, debe contar con el acompañamiento de alguien de La Jagua.
Para este año lo organizó la Cámara de Comercio de Neiva con el acompañamiento de la Alcaldía de Garzón y la Junta de Acción Comunal.
Anteriormente la apertura del festival estaba a cargo del desfile de la institución el viernes acompañado de comparsas, obras y bailes hasta las 6 de la tarde. Después la ceremonia oficial con un discurso y una bruja. La bruja se mandaba hacer grande en papel mache, seguidamente iniciaba la rumba.
Ya el sábado a las 9 de la mañana se hacia la feria artesanal con gastronomía y a las 10 de los juegos tradicionales los cuales consistían en Costalados, Jabonadas y la Maratón en la orilla del rio con bicicletas. En la tarde eran las muestras de danzas y las obras de teatro, y en la noche el baile tradicional. En versiones anteriores para participar en el desfile del domingo se tenía que hacer un desfile el sábado mostrando su comparsa, la cual no podían ser las mismas del domingo.
El domingo era el día que más gente llegaba. En la mañana había muestra gastronómica, artesanal, danzas y obras de teatro. La comparsa iniciaba a las 4 de la tarde en la cancha de futbol, haciendo el recorrido por el pueblo hasta las 6 de la tarde que llegaban al parque. Ya en el parque se hacia el concurso de disfraces, de la comparsa, mejor fachada, de brujas, brujas chismosas, de coplas y música. El lunes es conocido como el Día del Remate con artesanías, gastronomía, teatro y la rumba.
¿Sin recursos, sin público?
Actualmente el festival ya no cuenta con la misma cantidad de obras de teatro por la falta de recursos, pero más que recursos la poca gestión y tampoco ha tenido la misma acogida por parte del público.
Los juegos tradicionales se dejaron de implementar porque se exigieron reglas de seguridad. A pesar de lo anterior la gente ha querido, y aunque estos no se desarrollen igual que en versiones anteriores se tiene la esperanza que vuelvan.
Sin embargo, siempre se ha tenido la iniciativa por parte de los habitantes de ser parte del festival; esto se puede notar en las desfiles que están acompañados por las familias Serrano, Cartagena, Trujillo, Miraguas y “los combos de los muchachos”.
Pero así como están los que reciben de la mejor manera el festival, hay quienes sienten apatía con el mismo debido a la religión. La Iglesia Católica ha estado apoyando esa festividad, aunque el sacerdote que se encuentra actualmente busca que se cambie el nombre del festival, por “encuentro cultural”.
A pesar de ello, ese pensamiento es poco viable puesto que tanto a nivel local, nacional e internacional se conoce la Jagua y en especial el festival con el mito y leyenda de la bruja, que en sí es lo que atrae a la gente, el misterio. El misterio porque si se pasa a las 4 de la tarde por La Jagua hay pocas probabilidades que se encuentre gente por las calles, constituyéndolo como un pueblo fantasma.
La festividad ha permitido aportes económicos ya que para estas fechas llegan muchos turistas, es por ello que la comunidad se preocupa por tener comida y, artesanía en fique y madera durante esos días. Aunque como se decía anteriormente siempre se le da la prioridad a los oriundos de La Jagua, también llegan artesanos a nivel nacional y personas con sus establecimientos de comidas.
Año 2017, una nueva oportunidad
En esta oportunidad, se adelantó la primera carrera de colores de 7 kilómetros que logró reunir aproximadamente 1.000 personas y las expectativas respecto a los juegos tradicionales por parte de la comunidad se lograran, puesto que se llevaron a cabo el lunes festivo.
Entre su programación estuvo: el viernes, previo a la apertura del festival, hubo una exposición de muestra artesanal y gastronómica en la jornada de la tarde, la noche estuvo acompañada de la Escuela de Formación Artística de Garzón, con muestras musicales; la agrupación teatral Cagüinga, con presentaciones de danza con altura; y, cerrando estuvo Raíces del Magdalena con sus danzas.
El sábado continuó la muestra artesanal y gastronómica en la mañana, ya en la tarde hubo obras de teatro y presentaciones musicales. El cierre de la jornada estuvo a cargo de orquestas.
El domingo inició con la carrera de colores de siete kilómetros, la cual salió en el parque Simón Bolívar de Garzón, terminando en el centro poblado La Jagua. En la tarde como es tradición se desarrolló el desfile de comparsas y en la noche la muestra musical y danza, dando inicio a la fiesta de disfraces, la cual estuvo acompañada de la orquesta Guapacha.
En la mañana del lunes se realizaron las exposiciones gastronómicas, artesanales y obras de arte, ya en la tarde los juegos tradicionales y los concursos de canto. Además se premió la mejor fachada y mejor stand gastronómico, terminando el día con la orquesta Sena.