Llegó la hora que Radamel Falcao García vuelva a rugir

Llegó la hora que Radamel Falcao García vuelva a rugir

Falcao necesita partidos, algunos minutos no, eso lo puede tener cualquiera. Necesita apoyo, sentirse acogido por el “Jefe” del equipo, sentir que su capacidad goleadora nunca se perdió, simplemente está dormida.

Daniel Calderón Lozano
Especial Noticias al Sur
Es difícil olvidar la impresionante carrera que ha construido Radamel Falcao García a lo largo de sus años como jugador profesional de fútbol. Desde sus inicios en River Plate donde ya trazaba un camino de goles, y una particular forma de celebrar eufóricamente mientras los locutores de aquellos tiempos gritaban cuando anotaba: “El pibe, el pibe, el pibe Radamel”.
A punta de garra se fue haciendo lugar en el Oporto de Portugal, pero en realidad lo que marcaba la diferencia era cada vez que el balón golpeaba la malla dentro de los 3 postes de metal, su último contacto era constantemente de alguna extremidad del colombiano. Con el paso de muchos goles, amores y celebraciones ya no era un pibe, esa particular forma de llamarlo se había perdido cuando en boca de muchos empezó a sonar el apodo que lo ha hecho inmortal en la memoria de miles de seguidores de muchos rincones del planeta fútbol: “El tigre”. Temporadas inolvidables, títulos, goles de todas las facturas y a todo tipo de rivales, gloria con la Selección hicieron que se convirtiera de aquel pibe que pintaba para grandes cosas en su realidad, esta vez como uno de los atacantes más temidos.
Posteriormente, en el Atlético de Madrid confirmó que no solo tenía un fugaz encuentro de amor con las porterías rivales. Los goles se convirtieron en el pan de cada día de los seguidores “Colchoneros”, cada fin de semana, fecha a fecha, la fe estaba puesta en el lomo de aquel “Tigre” que marcó 4 en un partido, que convirtió de tiro libre en la última jugada, que se convirtió en el máximo goleador de la historia en la Europa League, que hizo una finta increíble para decirle a Diego Costa a través de un pase que selló la Copa del Rey aquel día que no solo hacia goles, también los ponía, sin olvidar que hizo 2 “Golazos” ante el Chelsea (Que hoy en su casa) y los 2 penales en un partido más sufridos de los hinchas colombianos en los últimos 10 años.
Después de tener el título de mejor “9” del mundo, llegó el Mónaco francés. Las primeras jornadas pasaron casuales ya que todo lo camuflaba aquella transferencia a futuro que proponía el Real Madrid por el “Cafetero”, y la ilusión que todos tenían de verlo rugir en Brasil 2014. Llegó el momento crítico, la verdad, no quiero gastar líneas en la descripción de aquel momento que parece haber quebrado todo lo que el “Tigre” construyó sanamente y como debe ser el mundo del fútbol para un delantero, haciendo goles.
Diferentes factores que posiblemente hacen conspiración para que Radamel no marque, no juegue, no controle, no demuestre y mucho menos anote son expuestos a continuación.

Falta de minutos
Quizás, es una de las frases más sonadas por parte de periodistas, directivos, hinchas, técnicos e incluso el mismo Radamel después de un partido meses atrás y actualmente.
Es cierto que después su lesión no se encuentra en totalidad, es más, ni en la mitad de su rendimiento, a pesar de que trata de mostrar ganas por recuperar su nivel.
La llegada al Manchester United, trasferencia que pareció servir más para que su firma representante se siga “tapando en billete” que para recuperar su nivel.
Al llegar a Inglaterra, después de un revolucionario “selfie” en el césped del mítico Old Tranford y posteriormente estampar su firma en el contrato con opción de compra acudió a los entrenamientos para encontrarse con la piedra en el zapato. El técnico Holandés Van Gaal tiene una reputación de no simpatizar con extranjeros, específicamente latinos, existen antecedentes que aprueban lo dicho anteriormente.
Para que un jugador recupere su ritmo después de una lesión de tal gravedad se requiere de entrenamiento duro y minutos en el campo de juego, independientemente de contra quien sea o como sea. Si no le daban minutos, a eso le podemos sumar la poca simpatía que tenía el técnico por el colombiano, factor que determina que no había comunicación entre ambos.
Un técnico cumple 2 funciones importantes en un equipo: estrategia y liderazgo. La primera tal vez la tenía el holandés, o bueno, es lo mínimo que debe poseer alguien que se sienta en el banco de uno de los mejores equipos ingleses. En la segunda es donde falla. El líder se hace ver en los momentos difíciles, en este caso sería la influencia y motivación que podía brindarle a un atacante a que vuelva a marcar, buscar el Talón de Aquiles que no le permitía desenvolverse en lo que mejor se le daba, hacer goles.
El “Tigre” hacia lo que podía en los escasos minutos que tenía en el campo, remaba contra la corriente de miles de colombianos que le ponían encima la responsabilidad de ser un referente, además, la única y más importante de todas las preocupaciones que debía tener Falcao era anotar; de cabeza, con el pie izquierdo, derecho, el pecho, el hombre, la cara, la espalda, como fuera, pero que anotara.
Poco a poco salieron a luz las diferentes entre ambos, e incluso, Falcao llegó a jugar para el segundo equipo del United, caso particular, que en mi humilde opinión es una falta de respeto para la trayectoria que tiene. Es como haber puesto a Messi en el segundo equipo cuando el Barcelona no cosechaba nada, como haber llevado a Ronaldo Nazario a jugar con la filial de Inter después de aquella tormentosa temporada cegada por las lesiones. Incluso, para no sentirnos tan ajenos u ofendidos por algunas comparaciones, no convocar al “Pibe” Valderrama a la Selección porque simplemente no jugaba en Francia.
Finalmente el rendimiento de Radamel en un 50% se debe a la falta de oportunidades que ha tenido en los equipos que ha hecho participación después de la lesión, acompañando dicha calamidad, el poco interés que han demostrado los dirigentes y cuerpos técnicos que ha tenido en ese tiempo. Un jugador de fútbol para demostrar lo que vale deben darle la oportunidad de hacer lo que mejor se le da es este caso particularmente, oportunidades de juego, no con migajas de pan, condenándolo por fallar un remate a puerta en frente del arco e incluso con el portero vencido, tal como sucedió hace poco en la Copa América cuando el mejor del mundo falló 2 remates consecutivos prácticamente con el arco solo. Recordemos que Maradona no anotó “La mano de Dios” y el “gol imposible” en el mejor partido de su vida, Ronaldinho no ganó Libertadores en la mejor etapa de su carrera, Messi no rompió todos los records y se convirtió en el mejor en tan solo unos meses. Falcao necesita partidos, algunos minutos no, eso lo puede tener cualquiera. Necesita apoyo, sentirse acogido por el “Jefe” del equipo, sentir que su capacidad goleadora nunca se perdió, simplemente está dormida.
Alimentemos su fe, cooperemos con su renacimiento.
Radamel Falcao hoy en día expresa mejor actitud, su desempeño físico ha mejorado notablemente, lo único que falta es el “empujoncito” final: Anotar.
Yo sigo teniendo fe en el “Tigre”, pronto se despertara aquella sed insaciable de goles, empezará la cacería por Manchester United y terminará en Argentina con la tricolor, durante todo ese trayecto no tendrá rival, aquella herida por fin va a cerrarse y se aliviarán dolores, temores e inseguridad.
Yo creo en el día que marque en Champions, rompa la red del Old Traford, levante un título, que vuelva a marcar de cabeza, de media distancia, enganchando con derecha y metiéndole el “rosquete” con la izquierda, de sombrerito, dejando el portero atrás, de penalti y no podría faltar uno de rebote. Se acabarán los juzgamientos por fallar a puerta, borrarán todas especulaciones antes del partido, durante y después, al contrario, se apoyará aún más, que sienta esa energía externa de cada rincón del mundo que aún cree en el “Tigre”, ysi llega a fallar, le pediremos que se levante y lo vuelva a intentar.
La bendición de un futbolista que nació con un talento es imposible de borrar, son cosas de Dios, se llevan en la sangre desde el día de nacimiento, es la marca que define su futuro y su legado. Es el momento, no importa cuando, no importa donde, llegó la hora de que Radamel Falcao García vuelva a rugir.
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