El documental sobre el neurocientífico Rodolfo Llinás, que emitirá el canal Señal Colombia este 11 de febrero a las 9:00 de la noche, con repetición el 18 y 25 a la misma hora, bien podría definirse con los mismos calificativos que se aplican a esta mente brillante: innovador, creativo y con una perspectiva única. ‘Llinás, el cerebro y el universo’.
Redacción
Durante una hora, Señal Colombia, en asocio con Colciencias y con la realización de Cábala Producciones, logran hacer una radiografía de uno de los científicos más brillantes del mundo y también del hermano, esposo, padre y compañero de trabajo en ‘Llinás, el cerebro y el universo’.
“Detrás de este documental no sólo prevalece la historia de un hombre, sino el interés público y genuino por hacer de la divulgación científica un motor de desarrollo y crecimiento para Colombia que, estamos seguros, será de enorme importancia para estas generaciones y para las que vendrán, además de ser un ejemplo de visión de futuro para el resto de los países del continente”, asegura el director del documental, Gonzalo Argandoña Lazo.
De Llinás hay que decir que es uno de los más grandes estudiosos del cerebro humano en el mundo, que recibió la Medalla de Oro Albert Einstein en Ciencia de la Unesco, que es miembro de las Academias de Ciencias de Francia y Estados Unidos, que es director del grupo de trabajo Neurolab de la Nasa y que es el primer y único ‘University Professor’ de la escuela de medicina de la Universidad de Nueva York en sus 180 años de existencia, lo que se traduce en que puede dictar cursos universitarios en cualquier área del conocimiento humano.
Pero detrás de estas credenciales de consumado investigador, el documental muestra a un hombre sencillo, divertido y frentero al que poco le importa romper paradigmas y generar tensión en el mundo de la ciencia cuando de defender sus teorías se trata. Finalmente, también lo hace en su vida personal, como lo cuenta su hijo Alexánder.
También hacen parte del documental sus hermanas Margarita y Patricia, quienes comparten con el televidente detalles y anécdotas de sus inicios en la investigación, de las que no se salvaron ni las mascotas, así como los recuerdos de los primeros años y de la influencia que ejerció su abuelo, también médico, en el interés de Llinás por el cerebro.
Sus colaboradores son los encargados de hablar de la tenacidad de este investigador que obtuvo su doctorado en neurofisiología bajo la supervisión de Sir John Eccles, Premio Nobel de Medicina 1963, y del trabajo en relación con el cerebro humano, órgano del que el mismo Llinás asegura “somos el cerebro y tenemos un cuerpo con el cual nos movemos”.
Llinás, el cerebro y el universo muestra también la pasión del neurocientífico por la astronomía, obsesión que lo llevó a construir un observatorio en su propia casa, y el amor por su esposa Gillian K. Llinás, una filósofa de la que asegura se enamoró a primera vista y con la que se casó para poder seguir la eterna discusión de si la mente existe o no.
A lo largo de la hora del documental, que se grabó en Bogotá, Nueva York y Woods Hole (Massachusetts) en Estados Unidos, también se ve a un Rodolfo Llinás cargado de anécdotas que le permiten a la audiencia conocer más del hombre detrás del científico, como cuando estuvo a punto de ser el causante de que se cerrara la escuela de medicina de la Pontificia Universidad Javeriana, en su época de estudiante, al protagonizar “la violación al anfiteatro y a un cadáver”, solo para conocer los músculos, más allá de sus nombres y dibujos.
“Es de un enorme orgullo profesional y humano el haber tenido la posibilidad de documentar el trabajo, valor e impacto que tienen en la ciencia, la cultura y la sociedad colombiana y mundial la vida y obra del Dr. Rodolfo Llinás. Fuimos testigos de su enorme profesionalismo y de su calidad humana, que son también reflejo de la identidad de este país”, concluye el director.
Llinás, el cerebro y el universo se emitirá en estreno por Señal Colombia este 11 de febrero a las 9:00 de la noche y en repetición los domingos 18 y 25 en el mismo horario.