Según ONU Mujeres en Colombia, en 2014 diariamente se presentaron 208 casos de violencia de género, de estos 157 víctimas fueron mujeres y 51 hombres.
Veinte años después de la Declaración de Beijing, agenda firmada por 185 naciones para el empoderamiento de las mujeres, ningún país ha alcanzado la plena igualdad de género.Las mujeres no tienen las mismas oportunidades que los hombres y su calidad de vida se ve afectada por estructuras patriarcales.
Así lo señaló Belén Sanz, representante de ONU Mujeres en Colombia, en un encuentro sobre género y mujer que organizó la Escuela de Ciencias Humanas de la Universidad del Rosario, ONU Mujeres y la Presidencia de la República.
En el ámbito de pobreza, según cifras registradas para 2014, a pesar de la disminución en términos globales, en Colombia la población con hogares de jefatura femenina presenta una incidencia de pobreza de 31%,mayor que la masculina con un 27.3%, dijo Sanz.
En términos de desempleo,reveló que para al cierre de abril de 2015 se evidenció una desigualdad de mujeres con el 12% y de hombres con el 7%.
En el tema de violencia de género, para 2014 se registraron más de 75 mil casos yde estos el 75% de las víctimas fueron mujeres.
El año pasado en promedio diariamente se presentaron 208 casos de violencia de género,de estos 157 víctimas fueron mujeres y 51 hombres. Además, de los 21 mil exámenes que se efectuaron por presunto delito sexual, el 85% se hicieron a mujeres, anotó la representante de la ONU.
“En Colombia se han hecho avances importantes, pero las brechas existentes todavía nos hacen un llamado a la reflexión y a la acción. Más allá de las cifras hay que contribuir al análisis de cuáles son las causas que generan estas formas de violencia y discriminación”, dijo Sanz.
Por su parte, Alejandra Valdés, coordinadora del Observatorio de Igualdad de Género de América Latina y el Caribe de la CEPAL, señaló que la presencia femenina en gabinetes es un proceso de avance dispar, ya que se evidencia una disminución en el último período presidencial para 17 países.
“Persiste la división sexual del trabajo, la desigualdad en el mercado laboral, la violencia de género en todas sus expresiones, las restricciones en acceso al control de la fecundidad de la población y el aumento del embarazo en adolescentes de menores ingresos y niveles educativos”, dijo.
Llamó la atención sobre la incidencia del trabajo doméstico en las múltiples expresiones de la pobreza femenina, el impedimento a obtener trabajo remunerado, la autonomía económica y el menor tiempo para el descanso, el estudio, el ocio, la recreación y la participación política.