Una completa Red de Apoyo encargada de la ejecución de atentados terroristas, el cobro de extorsiones, el sicariato, la consecución de material de guerra e intendencia y el fortalecimiento del andamiaje financiero de la columna móvil ‘Teófilo Forero Castro’, fue desmantelada en las últimas horas durante una operación interagencial entre tropas del Batallón de Alta Montaña No. 9 de la Novena Brigada, adscritas a la Quinta División, efectivos del Departamento de Policía Huila y del Cuerpo Técnico de Investigación, CTI.
El trabajo se concentró en diferentes puntos del municipio de Algeciras y en Mesitas Cundinamarca; acción que permitió la captura Johnsmith Rincón Díaz o ‘Juanes’; José Javier Montaño Méndez, ‘Jeta Perro’; Juan Manuel Andrade Barreto o ‘Mata Siete’; Mauricio Jiménez Barón o ‘Mata Gata’, Everto Pineda Peña o ‘Loco Pineda’, Ronald Pinilla Quintero o ‘Ronald’ y Sandra Milena Ávila Ortiz, alias ‘La Flaca’.
Los siete sujetos, requeridos mediante orden judicial, cada uno con más de 10 años de experiencia delictiva, eran expertos en fabricación artesanal y empleo de explosivos, manejo de masas, reclutamiento de personal e intimidación para el cobro de cuotas extorsivas, acciones que eran dirigidas por Hernán Darío Velásquez Saldarriaga, alias ‘Óscar Montero’ o el ‘Paisa’, quien a su vez le asignaba misiones a ‘Rodolfo’ o ‘Corcho’ y a ‘Fabián’, primer y tercer cabecilla de la segunda compañía ‘Ayiber González’ de la columna móvil ‘Teófilo Forero Castro’.
Entre las acciones delictivas por las que se les procesa se registra atentados contra la infraestructura económica del oriente del Huila y su zona limítrofe con el Caquetá, ataque a una patrulla del Ejército en el puente Satías el pasado 17 de mayo de 2014, acción en la que resultaron heridos varios soldados, así como el lanzamiento de una granada contra el puesto de Policía de la localidad algecireña.
Adicional, los capturados eran los responsables de la entrega de paz y salvos ilegales, del tráfico de estupefacientes, distribución de panfletos amenazantes a la población civil y de recoger ganado producto de las extorsiones al gremio ganadero.
Los capturados utilizaban fachadas como vendedores ambulantes y habitantes de la zona, estrategia para realizar inteligencia delictiva a las potenciales víctimas y de la Fuerza Pública.
Un trabajo arduo y continuo
Las labores investigativas iniciaron cuatro años atrás con la recolección de testimonios de desmovilizados, denuncias de las víctimas y los seguimientos de inteligencia por parte de las instituciones comprometidas en la operación ‘Acorazado’, haciendo posible que la autoridad competente expidiera las órdenes de captura por los delitos de Concierto para Delinquir con fines extorsivos y rebelión.
Las áreas de injerencia comprendían el municipio de Algeciras y las veredas Arcadia, El Toro, el Paraíso, las localidades de Campoalegre, Gigante, Hobo, Neiva y en el departamento del Caquetá en los corregimientos de Balsillas, Guayabal, Puerto Rico y San Vicente del Caguán. A estas zonas citaban a sus víctimas para exigirles gruesas sumas de dinero.
Las capturas de estos sujetos son una pérdida significativa para la estructura, ya que la extorsión es el medio más efectivo utilizado por la organización armada al margen de Ley para el financiamiento de sus acciones, pérdida de mando y control y de la confianza en la ideología de sus milicias.