Parecía solo el sueño de un puñado de niños apostándole al futuro a través de una educación de calidad. Persistía el deseo, pues sin importar las largas horas de recorrido por caminos de trocha y las incomodidades de un único salón construido en bahareque, los pequeños de la vereda Bajo Horizonte de Neiva insistían en adquirir los conocimientos tratando de ignorar las adversidades.
El 6 de octubre de 2016, un Ejército conformado por soldados multimisión llegó a la zona, esta vez no para combatir a las Farc, pero si para ir más allá y contribuir con el desarrollo y el bienestar de las familias vulnerables a través de la construcción, dotación y embellecimiento de la institución educativa, en el marco del programa ‘Escuelas de Color’.
Que el Ejército llegara al campo para ejecutar el primer proyecto pedagógico de escuela rural y brindara el ambiente de seguridad para que las entidades del Estado se hicieran presentes, no parecía posible para la población campesina que se había acostumbrado a los enfrentamientos, desplazamientos y hostigamientos.
Contaban con el terreno y una voluntad inquebrantable de servicio. Sin embargo, no era suficiente, se requería del ‘granito de arena’ de empresarios y autoridades de Gobierno, de acercar la institucionalidad a la comunidad, para, ladrillo a ladrillo, construir esperanza, edificar metas, fabricar sonrisas y mejorar condiciones de vida.
Educación que forme hombres grandes
Inició la tarea, enfrentándose a las adversidades geográficas y climáticas, los soldados utilizaron su cuerpo y la fuerza de su corazón, para cargar sobre sus hombros los pesados materiales ante la imposibilidad de emplear otro medio de transporte.
Durante seis meses consecutivos, con picas, palas, mezcladoras, palustres, el amor por su pueblo y el respaldo de las 29 familias que habitan el corregimiento Chapinero, enclavado en la cordillera central y una inversión de 149 millones de pesos, estos héroes multimisión cumplieron su promesa.
Un espacio que hoy, tras su transformación, cuenta con salones, restaurante escolar, cancha de fútbol, una habitación amoblada para la docente, dotación de tableros, escritorio, kits escolares, mesa de computo, computador, video beam, uniformes, televisor, libros, pupitres, locker, elementos deportivos, juguetes y todo lo necesario para que los estudiantes generen mayor empatía con el estudio y las horas de clase sean amenas, en un entorno fresco y colorido, proporcionado por el jardín que rodea la institución educativa.
A la par, cuentan los pequeños con dos puentes que fueron reestructurados por los soldados, para mejorar el paso por los caudales que rodean el centro educativo y que por sus pésimas condiciones, se convertían en un peligro para los estudiantes.
Trabajar en equipo para materializar esfuerzos en obras tangibles, construir confianza, demostrar capacidad para estar presente en las zonas más apartadas del Huila, ratificar la victoria militar a través de la consolidación una seguridad integral en pro de las poblaciones vulnerables, seguirán siendo los objetivos de los soldados del Ejército Nacional a través del programa Misión Huila, Nuestra Misión.
Al acto de inauguración que estuvo presidido por el Brigadier General Raúl Antonio Rodríguez, comandante Quinta División, asistieron representantes de la Gobernación del Huila, el alcalde de Neiva, Rodrigo Lara, patrocinadores, comunidad educativa, pobladores y los niños estudiantes de la vereda Bajo Horizonte.
Ahora la Escuela
Durante la construcción
Antes de la construcción de la nueva escuela