María Edilia, sobreviviente de la batalla contra el cáncer

María Edilia, sobreviviente de la batalla contra el cáncer

María Edilia Sánchez en sus ojos refleja todo lo que una persona con cáncer lucha para sobrellevar esta enfermedad, en aquellos ojos negros que se empañan de lágrimas se puede ver la experiencia de cada año.
El tiempo le cobra factura, y eso se puede ver en cada arruga de su blanca y tersa piel. Mientras se acomoda su banda que la acredita como embajadora 2015 del programa “Mis mejores años”, María Edilia nos revela parte de su historia de vida.
Está cansada y por cada paso que da, pareciese que se le quebrara el corazón a pedazos. Su hija menor en una esquina del recinto la mira con amor, ella es testigo de cada lágrima, cada lucha, cada esfuerzo y cada sonrisa que su madre le ha dedicado durante varios años.
Hace tres años le detectaron cáncer, pero con esperanza agradece a Dios por los días vividos y por tener el amor de su familia, «Estoy lista para hacerle frente a esta enfermedad, rodeada de mi familia y amigos, esa vida que me ha hecho tan feliz, disfrutando cada momento que vivo en mi otra casa que es Comfamiliar”.
Es difícil enterarnos que sufrimos de alguna enfermedad, pero aun así María Edilia es valiente. Parada delante del micrófono contando su historia, no agacha la cabeza para nada, se siente orgullosa de la mujer que ha sido y lo que ha logrado.
«He sacado adelante a siete hijos, gracias a Dios. Hoy me enorgullece decir que les infundí siempre buenos modales y sanas costumbres que era lo que más me interesaba», cuenta María Edilia mientras trata de contener las lagrimas en sus pupilas dilatadas que reflejan amor y orgullo al hablar de lo más preciado que Dios le regaló.
El barrio Galán de la ciudad de Neiva fue el que vio crecer a sus hijos, allí en medio de un ambiente difícil, logró dar estudios a sus hijos con el poco sueldo que se ganaba en una empresa huilense, siempre haciendo sacrificios para sacarlos adelante.
La sonrisa llegó a su rostro al afirmar «A mis 72 años soy la mujer más feliz, el programa Adulto Mayor me ha hecho olvidar todas las dificultades personales, para mí no hay mejor momento que estar compartiendo con el grupo».
Tal vez piensa que dentro de poco tiempo no tendrá fuerza para disfrutar con ellos que se han convertido en parte de su familia, pero a ella parece no importarle, lo que de verdad le importa ahora, es disfrutar de su familia, sonreírle a la vida y compartir con sus amigos.
Ella ya parece estar cansada de callar y otorgar. Es sobreviviente de una batalla que le puede quitar la vida en cualquier momento pero también es consciente de las bendiciones que Dios le ha regalado en sus 72 años. Aun quiere continuar en la lucha, por más que el cuerpo no le quiera brindar muchas fuerzas, todavía tiene la convicción de que no morirá hasta ganar la guerra. La guerra más importante, la de ser feliz.
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