Cartagena Apenas a días de haberse dado el acto final de dejación de armas por parte de las Farc, el Vicepresidente de la República, general Óscar Naranjo, les dijo a los empresarios de servicios públicos y de comunicaciones que atienden el XIX Congreso de Andesco, que “son nuestros aliados para transformar esa realidad rural” y para integrar el campo con el país urbano, en torno a la paz, la reconciliación y las oportunidades.
Ante el momento que vive el país y que calificó de inflexión histórica, el Vicepresidente fue categórico al señalar que “sin un conflicto armado al frente, propagar el miedo, movilizar la opinión pública alrededor del miedo para conseguir consensos políticos y electorales, estimamos que debe llegar a su fin”.
Por eso, recordando la coyuntura política en la que está entrando Colombia, señaló que el fin del conflicto armado de más de 50 años “supone que la política no puede girar en medio de controversias y vanidades. Hoy estamos obligados todos los ciudadanos a exigirle a la dirigencia política e institucional e incluso empresarial que llegó la hora de abandonar la vanidad y nos concentremos en lo vital que es construir propuestas que transformen las condiciones de vida de los colombianos”.
Y añadió que “Colombia tendrá que abandonar el miedo como movilizador de la política. Un país en conflicto se refugia en los miedos para los consensos políticos que permitan enfrentar esa amenaza que representan los actores criminales”. Seguido a esto, dijo que por lo tanto, el nuevo reto del país debe responder a una nueva narrativa colombiana no afincada en la propagación del miedo “sino de la esperanza, la confianza y de la potencialidad que tenemos para transformar este país”. En este sentido, invitó a los empresarios que su trabajo debe seguir generando confianza e ir en la dirección de abrir un horizonte diferente para el país y les agradeció su compromiso con las nuevas tareas de una Colombia en posconflicto.
“Serán los hechos los que vayan derrotando esa desconfianza y ese escepticismo”, agregó el general Naranjo, tras manifestar que los efectos positivos de la firma del Acuerdo de Paz ya son tangibles y se traducen en un país menos violento y con menos muertos a causa de la guerra.
Entre otras cosas, defendió el Acuerdo de Paz, señalando también que éste fortalece la institucionalidad democrática. “Muy a diferencia de otros acuerdos que terminaron conflictos y al final arrasaron la institucionalidad y desmantelaron ejércitos o clausuraron cuerpos de policía, el caso de Colombia es totalmente diferencial”- y siguió- “aquí lejos de debilitar las competencias de militares y policías hay un fortalecimiento de esa institucionalidad”.
El Vicepresidente concluyó haciendo un llamado para que el país comprenda que “Colombia no brilla en América Latina como el país del conflicto sino que brilla como una potencia de transformación”.