Edwin TAMAYO PEÑA
No puedo evitar escribir lo que siento, pienso y creo, respecto a estos inconvenientes que se han convertido en virales, siendo de una u otra manera una cortina para ocultar otros problemas del entorno colombiano, con mayor importancia.
¿Pero quién es Vicky Dávila? Primero que todo su nombre es Victoria Eugenia Dávila Hoyos, nacida en Buga, Valle del Cauca, el 30 de mayo de 1973. Periodista y presentadora de noticias colombianas. Vicky o Victoria, contrajo matrimonio por primera vez en el año 2000, con su colega de trabajo Juan Carlos Ruiz, con quien tuvo a su hijo Simón. Meses después del nacimiento del niño, su esposo falleció en una clínica por una complicación post-operatoria. Alrededor del 2008 se conocen amenazas contra la periodista por parte de las Farc en este mismo año, contrae nuevamente matrimonio (cosa tan católica) con el médico José Emiro Gnecco; en donde nació Salomón. Periodista “culta” nuera de uno de los más grandes paramilitares del país, el ex gobernador del departamento del Cesar, Lucas Gnecco Cerchar. Pero dejemos a un lado la vida de esta mujer, no vaya a ser que me ataquen por incursionar en la vida íntima de la periodista y después mi nombre se convierta en viral, y me toque abandonar el coco donde recolecto café.
Ahora que medio incursionamos en la vida de esta mujer, hablaremos del problema que carga actualmente y que se vincula con la Policía Nacional (pues no todos los policías del gremio, pero si un puñado) todo esto retorna a la denuncia que del domingo 26 de enero del año 2014, cuando se denuncia por el medio de comunicación – Noticias uno – que los oficiales Jerson Castellanos y Wilmer Torres Orjuela, pertenecían “imaginariamente” a la red de prostitución que existía o existe en las entrañas de la institución con cadetes o también conocida como : La comunidad del Anillo.
¿Qué sucedió entonces para que prorrumpiera este escándalo? Bien, el afán egocéntrico de la periodista por desmantelar la comunidad del Anillo la condujo a publicar un video, en donde se observa como el viceministro de interior Carlos Ferro (tiene esposa) mantiene una conversación de sus variados gustos sexuales con el capitán Anyelo Palacios. Por ende a los diversos escándalos que se formaron, y de la manera más coherente posible el viceministro decide retirarse del cargo público. Obligando así de una manera indirecta al Ministerio Publico, a investigar oficiales debido a los escándalos, NO el escándalo de tener otra orientación sexual, si no al hecho melcochudo de la prostitución. Como era de esperarse la cabeza de la organización policial, debía enfrentar el tema o encoger sus piernas y abandonar el cargo (Definiendo claramente que es responsable). De aquí el respetado General Palomino puso en las manos del presidente la disposición del cargo, a quien Santos accedió nombrando a Jorge Hernando Nieto como director general de la institución policial. Como bien sabemos ya Facebook y Twitter se han convertido en mecanismos de participación ciudadana. Y, la promotora de este escándalo abandono (La sacaron) su cargo como directora de la FM.
¿El entorno colombiano? Que pasa en las entrañas de la tricolor, luego de estos nefastos problemas, la muchedumbre, está generalizando que todos los policías son de la misma marca, que la señora Vicky atentó contra la dignidad, en la búsqueda de un proceso que culminara con la comunidad del aro. Entre muchas cosas más, de las cuales poco comparto. Esta cortina que se ha creado está ocultando otros problemas de real importancia y que debemos tratar lo más temprano posible (Felicito a la Canciller colombiana, quien agradece la ayuda venezolana en la Alta Guajira)
Ahora que renunció Otálora (Defensor del pueblo), renunció Carlos Ferro (Viceministro del interior), renunció Vicky Dávila (Directora del FM), seguiré aquí sentado esperando que: Jorge Pretelt como magistrado ser humano y con dignidad, deje su cargo…