El papa Francisco, portavoz de los pobres que superó una férrea resistencia para transformar la Iglesia Católica, falleció a los 88 años, anunció el Vaticano. El fallecimiento del papa fue anunciado por el cardenal Kevin Farrell, camarlengo del Vaticano. “Queridos hermanos y hermanas, con profundo pesar debo anunciar el fallecimiento de nuestro Santo Padre Francisco”, declaró el camarlengo en un comunicado.
Antes de asumir el cargo, nunca había vivido ni trabajado en Roma. Sus reformas, disruptivas y ajenas al establishment de la Iglesia, se enfrentaron a una fuerte resistencia por parte de poderosas minorías dentro del catolicismo y de fuerzas políticas externas. Argentino y de nombre secular Jorge Mario Bergoglio, Francisco fue elegido jefe de la Iglesia católica en marzo de 2013, después de que Benedicto XVI renunciara al papado.
Para la mayoría de los creyentes, sin embargo, será recordado como un líder con sensibilidad pastoral que trató de reconectar a la Iglesia con lo esencial de la fe cristiana. Francisco trató de seguir a su homónimo, san Francisco de Asís, el fraile italiano del siglo XIII famoso por su pobreza, paz y cuidado de la creación. La defensa del planeta, la difícil situación de los inmigrantes y la construcción de la paz a través del diálogo fueron los pilares de su papado, e intentó vivir su visión de una Iglesia más humilde, optando por no residir en el Palacio Apostólico del Vaticano, sino en su casa de huéspedes, la Casa Santa Marta.
La noche de su elección, el 13 de marzo de 2013, el papa Francisco marcó el tono de su pontificado. “Recemos por el mundo entero, para que haya un gran espíritu de fraternidad”, dijo desde el balcón de la Basílica de San Pedro. Se mantuvo fiel a esas palabras, animando a todas las personas, independientemente de su religión o raza, a recordar su humanidad común. Francisco fue un constructor de puentes, tratando de trabajar con todas las religiones y confesiones.
Perfil
Francisco, nacido como Jorge Mario Bergoglio, hijo de inmigrantes italianos, nació en Buenos Aires en 1936. Fue el primer latinoamericano y miembro de la orden jesuita en ser elegido papa en los 2.000 años de historia de la Iglesia. También fue el primer papa que se autodenominó Francisco.
El pontífice argentino se ganó rápidamente la reputación de ser un modernizador, con una visión abierta que lo llevó a hablar con valentía sobre crisis humanitarias como la migración, la guerra y el cambio climático.
Buscó reformar la Iglesia combatiendo las mentalidades elitistas del clero, exigiendo un enfoque compasivo hacia los católicos divorciados y homosexuales e insistiendo en que la Iglesia acogiera a todos. Tomó una serie de medidas para sanear la corrupción financiera en el Vaticano y combatir la lacra del abuso sexual clerical, incluyendo leyes para responsabilizar a los obispos por encubrimientos. Francisco también buscó ampliar el papel de las mujeres que trabajan en el Vaticano y autorizó a los sacerdotes a ofrecer bendiciones a las parejas del mismo sexo.
Construyó puentes con el mundo musulmán, a la vez que buscaba desempeñar un papel de pacificador ante los conflictos globales, en particular en Ucrania y Medio Oriente.
Sus reformas lo llevaron a enfrentar una resistencia sin precedentes por parte de los ultraconservadores dentro de la Iglesia, aunque los católicos progresistas consideraban que debería haber ido más allá al permitir la ordenación sacerdotal de hombres casados, modificar la doctrina oficial sobre la homosexualidad y dar mayor espacio a las mujeres en el ministerio.
A pesar de tomar una serie de medidas drásticas, Francisco tampoco logró sofocar el escándalo de abuso sexual infantil y otras formas de abuso que han plagado a la Iglesia Católica, una vergüenza que él mismo asumió como su responsabilidad de erradicar, pero que continuó dañando a la Iglesia institucional en múltiples países a lo largo de su papado.
Fallecimiento
Su fallecimiento se produce menos de 24 horas después de su aparición en la Plaza de San Pedro del Vaticano con motivo del Domingo de Pascua. Salió en silla de ruedas y saludó desde el balcón de la Basílica de San Pedro a la multitud que lo vitoreaba, diciendo: «Queridos hermanos y hermanas, ¡Felices Pascuas!» Su tradicional discurso y bendición de Pascua fueron leídos por un asistente mientras él, sentado, observaba.
Tras la bendición, recorrió la plaza en coche. Al pasar entre la multitud, su procesión se detuvo varias veces para que trajeran bebés para que los bendijera. Se tiene previsto que el funeral del pontífice ocurra dentro de tres días. Miles de feligreses comenzaron a reunirse en la plaza de San Pedro para darle el último adiós al papa argentino.
El último funeral de un papa en funciones fue el de Juan Pablo II en abril de 2005, que contó con la asistencia de más de cuatro millones de personas. Desde el principio de su pontificado, Francisco se destacó por su inclinación hacia una iglesia más austera y dedicada al servicio de los pobres.
Sin embargo, tuvo que enfrentarse a recios grupos conservadores que se oponían a sus ideas progresistas a favor de la apertura de la iglesia a las parejas del mismo sexo y participación de las mujeres en altos cargos de la iglesia. Fue el primer papa procedente de América o del hemisferio sur. Desde la muerte de Gregorio III, nacido en Siria, en 741, no había habido un obispo de Roma no europeo. También fue el primer jesuita en ser elegido para el trono de San Pedro; históricamente, los jesuitas eran vistos con recelo por Roma.
La muerte del pontífice ocurre justo después del Domingo de Resurrección, el evento más importante del calendario para los católicos, pero también coincide con el Jubileo, que se celebra cada 25 años. El jubileo comenzó cuando el Papa abrió la Puerta Santa, habitualmente tapiada, de la Basílica de San Pedro el 25 de diciembre, y millones de peregrinos acudieron al Vaticano para cruzar la puerta y buscar el perdón de sus pecados. Durará hasta el 6 de enero de 2026.
Con información de CNN/BBC/