Diego Ramírez: entre la libertad y la soledad

Diego Ramírez: entre la libertad y la soledad

Este talento caleño interpreta su primer protagónico en la cinta ‘Destinos’, ganadora a Mejor Película Colombiana en el 8º. Festival Internacional de Cine de Santander. Junto a él Angélica Blandón, Alejandro Aguilar, Manuel Sarmiento y Andrés F. Torres en una cinta coral sobre personajes cotidianos y sus realidades. Director Alexander Giraldo.
Este actor, director y docente de teatro es el encargado de darle vida a Diego, un expresidiario que luego de pagar una condena de 35 años por homicidio y robo regresa a la la libertad para enfrentar un diálogo consigo mismo que le permita perdonarse y vencer la soledad que hoy afronta.
Diego es un hombre tranquilo con el peso de los años en su espalda y la angustia de regresar a la libertad. Lo primero que hace es buscar a su antiguo socio para que le entregue la parte del botín que nunca disfrutó, finalmente están en deuda con él porque asumió la culpa del homicidio que no cometió y nunca delató a sus compinches.
Para su preparación el actor visualizó varias películas sobre presidiarios y vivió lo más cerca que pudo la soledad de su personaje al permanecer al interior de un apartamento en el que vivió en las semanas previas y durante el rodaje y del que salía apenas para buscar dónde comer. No tenía muchos conocidos en Bogotá, ciudad que no visitaba hacía 20 años, lo que facilitó el encierro voluntario en beneficio de la película.
“Diego regresa, no con un carácter revanchista, porque asumió la culpa de los demás a conciencia, así que no acumula rabia, sino mucha soledad y su verdadera lucha es por vencerla, por dialogar consigo mismo y perdonarse por haber perdido a su familia y todos esos años de vida”, explica el actor que comparte nombre con su personaje en Destinos.

Diego Ramirez
Diego Ramírez destaca que muchos seres humanos no han necesitado estar en una cárcel para haber visto pasar la vida delante de sus ojos y darse cuenta que fueron muchas las oportunidades que desperdiciaron y hoy se preguntan ¿y mi vida qué? “Por eso mi personaje se enfoca no en lo que vivió en la cárcel sino en lo que afrontan todos aquellos que han perdido años por malas decisiones en el pasado o que están ‘presos’ de sus rencores y sufrimientos”.
Pero como docente en teatro también ha visto gente joven que es la contraparte y que a punta de tesón ha cambiado su historia.
“Recuerdo a la actriz Carmen Marina Torres, quien falleció el año anterior, y que llegaba de su trabajo en la plaza de mercado a las clases de teatro con un libro que estaba escribiendo debajo del brazo y con el sueño de convertirse en actriz de televisión”.
Aquí bien vale también destacar a los directores Oscar Ruiz (Los Hongos, El vuelco del Cangreso), William Vega (La Sirga) y el mismo Alexander Giraldo (180 segundos, Destinos), todos fueron sus alumnos y hoy son figuras en la industria del cine colombiano. “Para todos ellos el teatro fue y ha sido una herramienta para encontrar su camino”.
Sobre lo que considera mensajes claves de Destinos, el actor asegura que la cinta es perfecta “para la búsqueda en la que estamos ahora en Colombia porque es a través del perdonarme y perdonar lo que hace el cambio” y agrega que “Personas reales,como las que se ven en la película: el obrero, el barrendero, el boxeador, la violinista y sus vidas cotidianas es con las que se construye Nación, siempre y cuando se haga bien y con pasión. No necesitamos grandes héroes”.

Al igual que los otros actores, Diego tampoco conoció las tramas de los otros personajes, hasta que la película estuvo completa.
“Esas otras historias también son muy dolorosas, como la relación de Luis (Alejandro Aguilar) con su madre que sufre de Alzhaimer y a quien cuida con tanto amor; o la de Laura (Angélica Blandón) ¿cuántas madres han tenido que enterrar a sus hijos y cuántas logran superarlo?… y la de Jesús, el barrendero (Andrés F. Torres), que me tiene fascinado porque cuantas personas desearían a través de su trabajo descubrir otras calidades y talentos. Todas nos permiten descubrirnos a nosotros mismos en la cotidianidad y entender lo valioso que es la vida y que cada día nos da una oportunidad de avanzar”.
Finalmente, Diego destaca la manera que el director –y su exalumno Alexander Giraldo– eligió para narrar las cinco historias que conforman la película y que aunque se cuentan de manera individual terminan cruzándose en algún momento de la trama. “Me gustó y sólo puedo decir que cada director tiene una búsqueda muy particular de su estética y afortunadamente en el arte no hay caminos únicos, me pareció muy interesante”.