Dentro de las emergencias está el deslizamiento de tierra sobre una vivienda en el municipio de Garzón, donde fue necesario evacuar a una familia.
Redacción
La Oficina para la Gestión del Riesgo de Desastres del Huila, OGRDH, reiteró a la comunidad y a las autoridades estar atentos en esta etapa final de la Primera Temporada de Lluvias de 2018, teniendo en cuenta que el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales -Ideam-, emitió una alerta amarilla por amenaza de deslizamientos de tierra.
La alerta está dirigida a once municipios del Huila: Aipe, Altamira, Colombia, Guadalupe, La Plata, Neiva, Pitalito, Saladoblanco, San Agustín, Tarqui y Suaza.
Así mismo, la OGRDH entregó reporte de emergencias que se presentaron en el departamento. En ese sentido, en Garzón, vereda Quebraditas, hubo un deslizamiento de tierra que cayó sobre una vivienda, por lo que fue necesario evacuar a una familia de siete personas, tras las afectaciones que sufrió la infraestructura.
“Afortunadamente de esta situación no hubo nada que lamentar, sólo la afectación de la parte física de esta vivienda de la zona rural”, dijo Isabel Hernández Ávila, coordinadora de la OGRDH.
De igual forma, las precipitaciones dejaron una vivienda a punto de colapsar en el municipio de El Agrado.
Así mismo, se presentó un accidente de tránsito en el municipio de Paicol, luego de caer un vehículo a la quebrada La Venta. Organismos de socorro auxiliaron al conductor, quien había quedado atrapado entre las latas. El hombre fue traslado al hospital de este municipio del sur-occidente del Huila, tras presentar fractura de la extremidad inferior derecha.
Otras de las emergencias leves que reportaron las autoridades fue el incendio forestal que se registró en el municipio de Palermo, en inmediaciones de la estación de Policía, dejando un cuarto de hectárea consumida. Gracias a la oportuna reacción del Cuerpo de Bomberos Voluntarios, se logró extinguir y evitar que la afectación fuera mayor.
Finalmente, en el municipio de Pitalito se registró un sismo de 2.5 grados con una profundidad superficial menor de 30 kilómetros, el cual no fue sentido por los habitantes.