Los conductores se constituyen en las personas habilitadas y capacitadas técnica y teóricamente para operar un vehículo. (Ley 769 de 2002).
OSCAR ALVAREZ QUINTERO
Redacción Noticias Al Sur
Factor humano
La conducción, entendida como sistema, consta de tres elementos básicos: el sujeto, el vehículo y la vía. El proceso de conducción cuenta con múltiples dimensiones: a) técnicas (vía y vehículo); b) jurídicas, que normalizan la circulación (reglamento o ley del tránsito), y c) humana (aptitudes y actitudes del conductor, formación profesional sistemática y maduración personal). En consecuencia, es prioridad comprender la incidencia que tiene el factor humano (conductor, peatón, pasajero y acompañante), como principal variable en el desencadenamiento de accidentes de tránsito, en razón a que la mayoría de estos son ocasionados, en algún momento, a causa de un error del hombre.
Estos errores bien pueden preceder al accidente, y se relacionan con el conocimiento e identificación, errores de procesamiento y toma de decisiones, o los que se presentan en la ejecución de la maniobra. Además, entre los errores de la conducción se tienen en cuenta los agentes directivos o las causas físicas y psíquicas, como la fatiga, la falta de energía, los problemas sensoriales, la falta de atención y las fallas en la memoria o lapsos, la agresividad y la competitividad.
Por último, se presentan los errores atribuidos a inhibidores de la prudencia, como la subestimación de la velocidad propia, la sobrestimación de la habilidad como conductor y pensar que la conducción es una tarea muy sencilla y poco peligrosa, entre otros. Por lo anterior, puede determinarse que los principales tipos de errores humanos en la conducción se establecen en función de los factores y procesos psicológicos básicos, que intervienen en la ejecución de esta actividad, ya que son estos procesos los que constituyen la base no solo del comportamiento normal en la conducción, sino también de la conducta errónea, peligrosa o inadecuada, que constituye el principal factor implicado en la accidentalidad en el tránsito (Pastor & Monteagudo, 1998, citado por Ledesma, Sanmartín & Chisvert, 2000).
Fatiga y conducción
La fatiga es un estado psicofísico que produce disminución de la capacidad energética por la acción del cansancio, y se manifiesta a través de una serie de síntomas, que normalmente se asocian con trabajo prolongado y monótono, lo que repercute en la calidad y precisión de las maniobras; el cansancio o la fatiga se considera como uno de los estados más peligrosos al conducir vehículos, porque interfiere en el conductor para el correcto procesamiento de la información y toma de decisiones, que se reflejan en errores de ejecución al conducir bajo márgenes de seguridad.
Los efectos producidos por la fatiga pueden potencializarse por diversos factores:
1. Externos o situacionales, como la monotonía de la carretera y la carencia de estímulos exteriores, elevada densidad del tráfico y retenciones, las obras de la vía y las condiciones adversas del clima.
2. Relacionados con el vehículo que se conduce, reflejados en ruido excesivo del motor, deficiente diseño ergonómico de los mandos y asientos, problemas en la dirección o suspensión, defectuosa ventilación, exceso de calefacción y vibraciones en el vehículo, entre otros.
3. Relacionados con el propio conductor, como una atención y concentración permanentes, largos períodos de conducción, mala colocación en el asiento del vehículo, períodos prolongados de excesiva activación y alerta, mantener una velocidad constante y conducir con hambre o con sueño, entre otros.
Son múltiples las manifestaciones observables que la fatiga tiene sobre la conducción, cuyos síntomas negativos se ven reflejados en: a) disminución del nivel de vigilancia y atención, b) disminución de la precisión y velocidad de las respuestas, c) aparición de una percepción lenta y débil, d) incremento del tiempo de reacción para frenar, e) disminución de la motivación, f) aceptación de mayores riesgos y g) reducción de la amplitud de la atención y de la capacidad para realizar dos tareas al mismo tiempo.
Clasificación de conductores según el vehículo y recomendaciones.
Motociclista
Es la persona habilitada e instruida técnica y teóricamente para operar un vehículo automotor de dos ruedas en línea, con capacidad para el conductor y un acompañante.
El motociclista está en la obligación de respetar las normas y señales de tránsito destinadas para su seguridad, así como utilizar responsablemente los espacios viales para su circulación.
Para los motociclistas es importante seguir las siguientes sugerencias:
Es obligatorio el uso de implementos de seguridad y caracterización como lo son el casco y el chaleco reflector, estos brindan al motociclista y a su acompañante un alto nivel de protección en caso de accidentes, la no utilización de estas herramientas es castigada por la ley.
Es responsabilidad del conductor de motocicleta hacerlo en completo estado de sobriedad y lucidez, esto tiene por objetivo garantizar la seguridad del motociclista y los demás actores viales que transitan por la ciudad.
Conducir a una velocidad prudente es responsabilidad del motociclista, el debido cuidado con los límites establecidos por la ley garantiza no sólo la integridad física del conductor y su pasajero, sino además la de los otros actores viales.
Conducir por el carril asignado garantiza al conductor de motocicleta su integridad física y la correcta movilidad en la vía en la que se moviliza.
Conductor de Transporte público
Es la persona habilitada y capacitada técnica y teóricamente para operar vehículo automotor homologado, destinado al transporte de pasajeros, por las vías de uso público mediante el cobro de una tarifa, porte, flete o pasaje.
El conductor de transporte público no sólo debe velar por la seguridad de los pasajeros que lleva a bordo, además es su responsabilidad respetar las normas de tránsito para asegurar la correcta circulación en las vías públicas y la integridad de los otros actores viales.
Para los conductores de transporte público es importante seguir las siguientes recomendaciones:
El conductor de transporte público, es el actor vial con más personas a cargo dentro de su vehículo, esto lo obliga a mantener el límite de velocidad acorde con lo establecido por la ley, lo anterior tiene como objetivo el de proteger la integridad física de sus pasajeros.
Es la obligación del conductor del transporte público no exceder el número de pasajeros asignados para su vehículo, el incumplimiento a esta norma puede causar daños físicos a los pasajeros a bordo, que se pueden empeorar en caso de accidente.
El respeto a las señales de tránsito es obligatorio, el buen comportamiento frente estos instrumentos de seguridad, garantiza no sólo la integridad física de los distintos actores viales, además permite una adecuada circulación en las vías.
Conductor de Transporte Particular
Es la persona habilitada y capacitada técnica y teóricamente para operar un vehículo personal para su movilidad, este actor vial es el de mayor número en la ciudad.
Para el conductor de vehículo particular es importante seguir las siguientes recomendaciones:
Es una de las normas más importantes a la hora de conducir un vehículo, el cinturón de seguridad es el instrumento preventivo que protege la integridad física del conductor y su acompañante en caso de accidente.
El respeto a las señales de tránsito es obligatorio, el buen comportamiento frente estos instrumentos de seguridad, garantiza no sólo la integridad física de los distintos actores viales, además permite una adecuada circulación en las vías.
El conductor de transporte particular está en la obligación de mantener el límite de velocidad acorde con lo establecido por la ley, lo anterior tiene como objetivo el de proteger su integridad física y la de los otros actores viales
Para garantizar la movilidad y la seguridad de los actores viales es recomendable respetar los espacios y carriles asignados para su movilidad.
foto:www.terminaldetransporte.gov.co