El científico colombiano Manuel Elkin Patarroyo, famoso en el mundo por sus estudios en la lucha contra la malaria, falleció a los 78 años de edad. Durante años, sus investigaciones en inmunología y patología estuvieron enfocadas en desarrollar la vacuna contra esta enfermedad. En 1987 presentó la primera vacuna contra la malaria, denominada como SPf66, con lo cual logró reducir los síntomas de la enfermedad en diferentes lugares de América Latina y África. Este vacuna fue donada a la Organización Mundial de la Salud (OMS), y en 1994 fue distinguido con el Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica.
«La Rectoría de la Universidad Nacional de Colombia y su equipo directivo lamentan profundamente el fallecimiento del profesor», dio a conocer la institución académica a la que Patarroyo estuvo involucrado desde 1972.
«En su larga trayectoria docente e investigativa obtuvo múltiples reconocimientos y distinciones entre los que se destacan el Premio Leon Bernard de la Organización Mundial de la Salud, el Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica, el Premio Nacional de Ciencias Alejandro Ángel Escobar y el Doctorado Honoris Causa de la Universidad Nacional de Colombia», complementó la academia.
Manuel Elkin Patarroyo Murillo nació el 3 de noviembre de 1946 en Ataco, Tolima, Colombia y fue un destacado profesor de patología e inmunología, conocido principalmente por ser el pionero en el desarrollo de una vacuna sintética contra la malaria, específicamente contra el protozoo Plasmodium falciparum, que causa la forma más severa de esta enfermedad. Precisamente en 1987 presentó los avances de esta vacuna denominada como SPf66, que ayudó a reducir los síntomas de esta enfermedad.
Patarroyo es reconocido mundialmente por su trabajo para combatir la malaria. Su contribución más importante fue el desarrollo de la vacuna experimental SPf66, uno de los grandes avances en la lucha de esta enfermedad. Este desarrollo científico lo realizó en la década de los ochenta, época en la que también fundó el Instituto de Inmunología del Hospital San Juan de Dios de Bogotá, el cual años después se convertiría en la Fundación Instituto de Inmunología de Colombia (Fidic).
En esos laboratorios fue que el doctor desarrolló la primera vacuna sintética del mundo, exactamente en 1987. A pesar de que en las pruebas clínicas realizadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) no se obtuvieron resultados concluyentes del uso de la vacuna, los aportes que hizo Patarroyo marcaron un precedente en el campo de la Inmunología. Durante su carrera, el científico recibió múltiples galardones nacionales e internacionales, como el Premio Leon Bernard de la OMS, el Premio Príncipe de Asturias de la investigación científica y el Premio Nacional de Ciencias Alejandro Ángel Escobar.
Pero Patarroyo no estuvo exento de las polémicas. En 2013, el Tribunal Administrativo de Cundinamarca suspendió la licencia del doctor para trabajar con monos e, inclusive, se le acusó de tráfico ilegal de especies. Este asunto se resolvió dos años después gracias a una acción de tutela que logró demostrar que los animales con los que trabajaba Patarroyo no habían sido traficados ilegalmente.
Sin embargo, en 2023 fue denunciado por maltrato animal por la senadora Andrea Padilla. En ese momento, la congresista aseguró que desde 1984 habían pasado más de 7.000 animales por la Fidic. De acuerdo con la denuncia, en los procesos del investigador los animales eran capturados y utilizados sin seguir la normativa correspondiente; además, las especies eran liberadas en pésimas condiciones físicas.
Con información de Portafolio/El Colombiano