Por Eliana Agudelo
Comunicadora Social y Periodista
La Asamblea General de las Naciones Unidas desde el 2001 proclamó el 6 de noviembre como el Día Internacional para la Prevención de la explotación del Medio Ambiente en la guerra y los conflictos armados. Se da lugar a una fecha para proteger el medio ambiente en situaciones de conflicto donde está en juego la supervivencia del hombre, la de muchas especias naturales y su sustento.
La ONU maneja el siguiente dato, donde contextualiza que en los últimos 60 años casi la mitad de los conflictos armados internos han estado relacionados con la explotación de algún recurso natural de valor como el oro, minerales, petróleo o de escasez como el agua y la tierra.
Las agresiones contra el medio ambiente por décadas en el mundo han llevado a la perdida de ecosistemas y recursos naturales valiosos, es por ese motivo que la ONU tiene como objetivo trabajar para evitar las agresiones al medio ambiente en situaciones de conflicto y también para garantizar los medios de subsistencia y recursos naturales, precisamente para evitar conflictos tarea ardua enmarcada dentro de la Agenda 2030.
Cabe recordar que, según la ONU, «La humanidad siempre ha contado sus víctimas de guerra en términos de muertos y heridos, de ciudades destruidas, de medios de vida arruinados. Sin embargo, el medio ambiente ha sido con frecuencia la víctima olvidada. Pozos de agua contaminados, cultivos quemados, bosques talados, suelos envenenados y animales sacrificados, todo se ha dado por válido para obtener una ventaja militar».
Además, agrega que como señala el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), al menos el 40% de los conflictos internos registrados en los últimos 60 años han tenido relación con la explotación de los recursos naturales, tanto por su «gran valor», como la madera, los diamantes, el oro, los minerales o el petróleo, como por su escasez, como la tierra fértil y el agua. El riesgo de recaída de este tipo de conflicto por los recursos naturales se duplica con respeto a otros casos.
Para las Naciones Unidas es primordial garantizar que la preservación del medio ambiente forme parte de las estrategias para la prevención de conflictos y para el mantenimiento de la paz y su consolidación, porque no puede haber paz duradera si los recursos naturales que sostienen los medios de subsistencia y los ecosistemas son destruidos.
