Es un foco transmisor de parásitos que además de afectar la salud humana, devora cultivos y jardines. Se trata del molusco conocido como Caracol Africano, cuya presencia en el municipio del Agrado ha prendido las alarmas, generando en los habitantes la necesidad de unirse y solicitar el apoyo de las tropas del Batallón Especial Energético y Vial No. 12 para su recolección y adecuado manejo sanitario.
Los soldados que hacen parte de una Fuerza Multimisión, preparados para realizar acciones en pro de la protección del medio ambiente, cumplen con su deber constitucional, el de velar por cada uno de los habitantes del territorio colombiano, de ahí que atendiendo las directrices de la autoridad ambiental, apoyaron la labor de erradicación del molusco.
La especia nativa de África y conocida científicamente como Achatina Fulica, no tiene depredadores naturales que controlen su ciclo de reproducción, de ahí su expansión. Es por ello que casa a casa, los soldados con la orientación del Fondo Local de Salud y el apoyo de la Junta de Acción Comunal, recolectaron 24 kilos de caracoles, beneficiando a los habitantes de 25 viviendas del barrio Manizales.
Los caracoles recolectados en el Agrado recibieron el tratamiento adecuado para su disposición final, que consistió en depositarlos en una bolsa y agregarles sal común o arsenato de calcio hasta lograr la deshidratación; posteriormente procedieron a enterrar las sustancias restantes.
Al parecer las lluvias que se han registrado por estos días ha aumentado la presencia del molusco invasor, convirtiéndose en una amenaza para la población huilense, de ahí que al detectar la presencia del caracol, la comunidad debe dar aviso oportuno a la autoridad ambiental. Este se identifica por su concha cónica estrecha con un color marrón rojizo y algunas manchas verticales de tono amarillento.
Las autoridades ambientales recomiendan a la ciudadanía no manipular esta especie de caracol, evitar el contacto con la baba, no utilizarlos como carnada, mascota o adorno, eliminar de los jardines restos de madera, tejas y ladrillos o elementos que puedan ser utilizados como refugio por éstos. En caso de ser necesario, tomar los caracoles con guantes impermeables, tapabocas y colocarlos en una bolsa, meterlos en agua con el agregado de sal común y enterrarlos. Los guantes utilizados deben ser desechados.