José Eustasio Rivera: Entre Soledades y Vorágines

José Eustasio Rivera: Entre Soledades y Vorágines

Por: Jorge Enrique Sastoque Hidalgo
“La vida es la memoria del pueblo, la conciencia colectiva de la continuidad histórica, el modo de pensar y de vivir.” 1. Ellos, a diferencia de los niños indígenas perdidos en la selva del Guaviare, no contaron con Wilson, sabueso pastor belga Mallinois, el comando militar de búsqueda y rescate del Ejército Nacional. El epilogo de la novela dice que el cónsul colombiano en Manaos da cuenta que Arturo Cova y Alicia, junto con sus compañeros de vorágines, corrieron la suerte que señala la nota de estela diplomática: “Ni rastro de ellos. ¡Los devoró la selva!
Arturo abre las páginas de la Vorágine en medio de un soliloquio impregnado de coloquial machismo que desata una apasionada narrativa que deja escapar el angustiado ser que lo muestra como el hombre dominador e impenitente de la vida en busca del amor ideal que no pedía. En medio del monologo y el sinsabor que le sumía en un vórtice signado por el lodazal del tiempo que le azotaba amenazante tuvo que tomar la decisión de huir para perderse entre el azuloscuro de un cielo nocturnal que lo llevó por senderos turbulentos e inimaginables premuras con toda esa carga de inusitadas angustias propias de las violencias que jamás imagino su clarividencia arrevesada… “Más que el enamorado fui siempre el dominador cuyos labios no conocieron la súplica.” (…) Enterado de su destino y haciendo caso omiso de las palabras de Alicia, le espetó: “¡cómo podría desampararte? ¡Huyamos! Toma mi suerte, pero dame el amor”… Huyó con ella, su contradictoria Alicia, según sus propias palabras…
Alicia, en su fuga, se perdió en la manigua de los entresijos y lo paradójico del imposible amor en una época que no le comprendía… “Yo moriré sola”, decía: “mi desgracia se opone a tu porvenir.” 2 Ella en inédita aventura escapando de una boda obligada con un feudal criollo se voló con Arturo para terminar abandonada entre una parihuela a punto de parto aguardando a la orilla de un tumultuoso río un vapor salvador que la devolviera a la normalidad de su otrora realidad. Alicia se esfumó sin imaginar que en otro tiempo lejano, como la crónica de un destino no anunciado, un campesino y juglar de las sabanas fluvio lacustres de los ríos Cauca y el San Jorge compondría paseos vallenatos semejantes a su efigie. Pudo pasar que de haber vivido el amor en los tiempos de otras selvas, quizá, ella y Arturo hasta se hubiesen baila‘o “Alicia Adorada…
“Pobre mi Alicia, Alicia adorada Yo te recuerdo en todas mis parrandas Pobre mi Alicia, Alicia querida
Yo te recordaré toda la vida”…
(…) Donde quiera que uno muera, ¡ay hombe! Toa’ las tierras son benditas”…3
La vida activa de hombre público de Rivera y La Vorágine discurre, apenas, pasado el decimonónico siglo.4 Fue miembro de la Comisión Limítrofe entre Venezuela y Colombia y Congresista de la Republica hasta que la clase política lo mancillara y el obispo garzoneño, Esteban Rojas, le hiciera presa fácil de su persecución religiosa y antiliberal. Este prelado católico quería que el humanista riverense hostigara liberales y comiera del muerto como se predicaba y estilaba por entonces5. Eran los comienzos del siglo XX, transitando entre 1919 y 1928, años en que el mundo, como siempre, oteaba las posibilidades de cambios hacia la modernidad.6 De ello no escapó, en algo, este país provinciano y providencial. Al otro lado del océano el orbe se estrelló con una revolución soviética que se pensó sería la abanderada de la verdadera democracia; ante la muerte de Lenin se hundieron en quimeras “Los Diez Días que Estremecieron al Mundo.”7 Los icónicos propósitos morían con el transcurrir del tiempo del Kremlin y Moscú. Alemania inauguraba la Constitución Democrática de Weimar; México a punta de luchas entre corridos Villistas y zapatistas declaraba los derechos sociales universales a la tierra y el trabajo, según cuenta el Profesor Mario D’ La Cueva en su tratado de Derecho; los fascistas italianos asesinaban a Matteoti; Hitler, aún bisoñé era condenado por un juez penal por protagonizar fanáticas borracheras de violencia; el Mahatma Gandhi, líder independentista hindú, es dejado en libertad por los ingleses; los Estados Unidos otorgan los plenos derechos de ciudadano a todos los nacidos en el país. Todo este acontecer no puede dejar de contar que en el Torneo Olímpico de París la selección uruguaya de fútbol se consagró campeona al derrotar a la selección Suiza por goleada 3 a 0.
A la par, en estas tierras de vorágines y soledades, ocurrían numerosos hechos entre la incertidumbre e innumerables temblores. En Bogotá una ola terrorista se agitaba; una mujer fue coronada como la Flor del trabajo; se reconocía a Panamá como nación independiente. No obstante las recomendaciones de la Misión Kemmerer, en cuanto al recto manejo de la cosa pública, un desfalco en los Ministerios de Guerra, Hacienda y Crédito Público fue un escándalo; el Banco de la República anunciaba la disminución de la rata de interés al 7 por 100 anual; las constantes invasiones de los peruanos a Colombia dan lugar a que en Neiva se Constituya la Junta de la Defensa Nacional; al igual como ahora ocurre las quejas de una Comisión Indígena de la Guajira fueron presentadas al Presidente de la República sobre las malas condiciones de vida de los indios. En este cuadro del acontecer social también fue noticia la muerte del escritor Tejada Vargas a la par con el desembarco de Vargas Vila, autor de Aura o las Violetas y Ante Los Barbaros, el desterrado novelista que fue excomulgado mediante una Latae Sententiae por la alta ecclesia catholicus. Toda esta historia junto con hitos mundiales de la literatura, el cine y la pintura transcurrieron a la par con el confinado autor de La Vorágine.
José Eustasio al trote de sus potros y el vuelo de sus crines libertarias diseñó su introspectiva vorágine transitando entre los diferentes movimientos que van del romanticismo al realismo, pasando por el naturalismo y el modernismo literario. 8 La crítica propia de la mezquindad y la enVidia con “V” grande se abrieron paso contra su obra novelística en medio de la incredulidad y la inquina de una sociedad patriarcal, pastoril y parroquial, aposentada entre blasones de hierro de hierática heráldica colonial y los cantos de sirena que apenas husmeaban de dientes pá dentro el lejano territorio urbano donde se comenzaba a enseñorear el mundo del capital financiero multinacional. José Eustasio, anduvo esta parte del Huila, de aroma a bosque seco tropical y niebla de eternos ríos aéreos que sobrevuelan su natal Rivera o San Mateo y los caguaneros cerros neivanos hasta dejar de sentir la acariciadora brisa que sobrevuela el altivo Magdalena de antiguos mohanes y rebeldes Tamas. Su cabeza de irredento terco deambuló acosada por el azar, los odios, la soledad, el aislamiento intelectual, la persecución y las violencias por estos lares hasta largarse, en “exilio voluntario,” no sin amargura, desilusión y abandono de respaldo político9 a la mundana Nueva York. Rivera, un desplazado más de los embudos del sectarismo, la exclusión, la persecución y clasismo social territorial que, como ha sido la historia, van liados de la depravada mano que pecula y prevarica sirviéndose de los bienes públicos. Conducta propia de los actos de los corruptos de cuello blanco, de uso frecuente desde la colonia,10 los albores republicanos y la formación del incipiente Estado de Negocios, vigente en Colombia. ACNUR,11 estaría en deuda con el poeta opita…
Se sintió in vigilanti en la Gran Manzana, tanto que temió por su vida. Dijo, en una inédita cita, en un otoño neoyorquino, en el Upper West Side de Manhattan, acompañado por el periodista Carlos Puyo Delgado, al entrevistador Earle Kenneth James,12 que “preferiría irse a vivir al África.” (…) “Todo por mantener una actitud ética y patriótica me barrieron del ambiente político. La corrupción es un mal arraigado, mina la vida republicana y perjudica a la sociedad colombiana en su conjunto”… En esta conversación señala la corrupción que se abre como pozo de oro negro a propósito de la presencia de las compañías petroleras del magnate Rockefeller, dueño de la Estándar Oíl Company y la indiferencia del gobierno de Pedro Nel Ospina y los non santos vínculos del embajador colombiano Urueta, en relación con la adjudicación del contrato del oleoducto Barrancabermeja a Barranquilla.13 En efecto, como miembro de la Comisión de Investigaciones de la Cámara de Representantes de Colombia, entre los años 1923 y 1925, destapó el escandaloso Odebrecht 14 de la época, motivo por el cual escarmentaron su nombre a una especie de cancelación de su vida pública sometiendo su memoria al olvido; casi una especie de damnatio memoriae a la antigua usanza del imperio romano.15
Por aquel entonces pocos imaginaron que cuatro años después de ese 6 de diciembre 1924, día que las librerías agotaron la primera edición de “La Vorágine,” el hombre de letras terminaría sus datas de charapa literaria el 1º de diciembre de 1928 en esa metrópoli mundana universal que es New York. José Eustasio, se alejó a la sombra del vuelo de su migratoria “Grulla” entre el oculto, aún, de su peregrina y prematura muerte…
“Con pausados vaivenes refrescando el estío, la palmera engalana la silente llanura;
y en su lánguido ensueño, solitaria murmura ante el sol moribundo sus congojas al río.
Encendida en el lampo que arrebola el vacío, presintiendo las sombras, desfallece en la altura; y sus flecos suspiran un rumor de ternura cuando vienen las garzas por el cielo sombrío”…
La vorágine, de José Eustasio, alcanzó renombre global dando pie a uno de los hitos de la narrativa latinoamericana y de habla hispana que luego fue traducida a los idiomas habidos y por haber hasta llevarla a la pantalla grande y chica dando con ello lugar a que los ojos de propios y extraños se colmaran de emoción y lágrimas. Esa obra maestra de la novelesca vino al mundo mucho antes que “Auroras de Sangre”16 y las cien soledades de Úrsula y Aureliano con toda la saya de historias como la del Coronel Buendía ante el pelotón de fusilamiento, por órdenes de un “general en su laberinto,” mientras que Remedios la Bella subía al cielo, entre sabanas coronadas por mariposas amarillas, seguida a la sombra por la incrédula mirada de Mauricio Babilonia y de los expectantes malabares de Melquiades el Gitano, entre abrazadores calores, jugando a los dados con los bloques de hielo que se deshacían escurridizos entre los dedos de prestidigitador desplazado para perderse diluidos en la hojarasca de una Mama Grande que, a pesar de saberlo, todo no intentaba nada para silenciar los atronadores gritos de la perversa abuela desalmada que por fin sentía que le llegada la mala hora17…
Hablando de horas, es preciso aprovechar el santiamén del minuto conspirativo para abusar de la confianza de los autores de las novelas galardonadas con los premios nacionales en los años 2022 y 2016. No queda otra que recurrir al uso subrepticio de sus emblemáticos títulos para decir “Lo que no fue dicho” (…) “Después y Antes de Dios.” 18 El solo propósito de destacar la trascendencia y actualidad de los universos que recrea La Vorágine demanda tamaño acto de licenciamiento. En tiempos recientes puede decirse que ni la novela “El Sueño del Celta” 19escapa a su influjo al acoger la denuncia de la explotación a pueblos africanos y peruanos por parte de compañías mercantiles que sobornaban estructuras políticas, sociales y la actitud política de confrontación asumida frente al imperio inglés por parte de Roger Casement. Cabe decir que eran los tiempos de un Vargas Llosa, previo a sucumbir ante la tentación del sueño de la ortodoxia de la libertad del mercado y la globalización en la que la oscuridad del ser humano termina por aparecer en el estado más transparente y positivo de lo pervertido y alienante de esa moneda que alentaron Friedman y Hayek para regocijo de los Reagan y las Thatcher.20
La Vorágine es esa esplendida obra que, anida en la tierra para quedarse, no obstante ser rechazada o idolatrada por tirios y troyanos dado que por esa época nadie tuvo la mirada crítica y constructivista para calificarla como una magnifica pieza literaria en letra bordada con el talante que disrupciona e irrumpe en un álgido lapso que se estila entre el romanticismo y el llamado modernismo21 que salta en pedazos ante los albores mundanos del arrollador siglo XX que al decir de Discépolo y Seixas en letra de su tango “Cambalache” cantado en la voz sonora de Gardel …“el mundo es y será una porquería”…
Esta novela desata la pluma de Rivera dejando que la tinta discurra como una especie de mezcla criolla que gesticula y forcejea entre el impresionismo y lo exótico de la realidad selvática que todo lo desborda22 en el intento por evitar quedar entre los vericuetos y los ocultos de la memoria y el olvido. La novela es la memoria telúrica23 de las tensiones territoriales que surge levantisca sobre las pieles de la historia de la literatura universal recreando como un poema trágico la complejidad del universo humano. Es letra soberbia de entonación inserta en lo infinito de sus páginas hechas a punta del caos cósmico donde las naturalezas épicas y agrestes, las llanuras de fuego y las profundas selvas amazónicas lanzan y devoran personajes de dialectico24 engranaje a lo largo de un acervo endemoniado que discurre entre la crueldad, la lealtad, la traición, el deseo, los romances malogrados, los sórdidos amoríos, la locura, y los abusos que personifican especímenes tan aleves, traicioneros y sombríos con otros que configuran la bondad, la idealización y la mansedumbre humana.
La péndola de Rivera estila por las hojas de la novela un firmamento de vorágines que se imponen en el seno de la selva indómita propiciando una dramática trama de caucherias y siringas que escurren torrentes de sangre blanca que escapa a borbotones de las venas rotas de eternos dioses que como indiferentes titanes, también, vomitan engendros como el mutado Funes y el pérfido empresario Barrera que junto a felones como el Vaquiro se baten entre los sombríos ojos de la turca Zorayda y el gris reservado de la mirada de Griselda. Todos ellos son una especie de comediantes tan comunes a los patrones e intereses de las violencias y la riqueza mundana que no pueden ser vistos desde la escolástica y su óptica de prejuicios morales trasnochados. Por supuesto que no. Toda esta jauría de personajes supera los simples juicios de valor entre el bien y el mal. El paisaje es un encaje de personajes macabros que discurren entre seres de éticas silvestres con los que cohabitan a diario sumidos en todas sus turbulentas e inéditas formas de vida.
Por lo mismo, en ese peliagudo orbe, Don Clemente Silva, Pipa, Helí, Fidel Franco, Clarita, Roca, Zubieta, Castanheira y Cardoso resultan seres peregrinos, providenciales, escasos e infrecuentes. No obstante, todos ellos a la manera de extraviados argonautas25, guerreros y vándalos exterminadores hechos de fibras musculares de diferenciados cerebros desfilan por las páginas de la novela dibujados con la maestría psíquica de un Shakespeare dramaturgo al que no se le escapa un solo rasgo sicológico del rostro humano sea violento, traidor, mentiroso, aparentador, dolorido, piadoso, solidario, esperanzador, caritativo o de simple arrepentido. Nada evade la prosa del Maese Rivera en tratándose de retratar la comedia o la bufonada que transita la mirada ontológica o gnoseológica26 por el tabla‘o teatral de la interminable tragedia que se enseñorea a lo largo y ancho de la epopeya salvaje destruyendo o enloqueciendo a la persona, cuando menos…
Él, el Negro o Tachito, así le llamaban sus padres, ni Catalina su madre supieron jamás que esta Tierra de Promisión hubo parido el hombre que llevó a cuestas desde el Valle de las Tristezas el ser humano que se adelantó cerebralmente a la era de la revolución digital y de la inteligencia artificial para que por estos estos lares se dejara de acudir a las premoniciones, barrullerias y demás cantatas sirenaicas. El mismo, José Eustasio que al decir de un erudito miembro de la Academia de Historia Huilense, cambio la “c” de su nombre por la “s” solo porque se “le vino en gana”27 es quien al escribir su Vuelo de Grullas al Dúo de sus Flautas estremecidas por el trote de sus Potros desplazándose por senderos de Auroras Boreales al paso de sus Vírgenes Muertas28 consigue impregnar a través de su mano el sentir del territorio para cambiar los cielos convirtiéndose en el divulgador que desde la política y la literatura reta lo tenido por ciencia y por verdad para dar a luz una galaxia de conocimiento y sabiduría lumínica donde la realidad y la aventura sirven de asiento a la creación de mundos cargados de intereses y riquezas; sadismo y segregación racial; locura; tragedia; amores e intrigas que en el espacio, tiempo y movimiento superan categorías propias de la imaginación y la ficción para adentrarnos en un multiverso de infinitas e infinidades de vorágines que se saltaron lo eterno de los cuentos con que nos pintaron de colores blanco y negro la vida.
¿Cómo olvidar ese multidimensional universo narrativo que describe el antrópoceno terráqueo como un hecho labrado a la imagen y semejanza humana29 discurriendo por el territorio de La Vorágine en ese siglo XX que para los argentinos Discépolo y Seixas por siempre es y será una porquería? No es posible impedir que escape al ojo avizor de la pluma de Rivera esa manera de insólita denuncia poética que arroja ante el mundo la crueldad de la explotación del caucho en el endémico y nativo selvático universo amazónico hasta donde llega la esclavitud para que su botín y dividendos vayan a parar en los mercados del capital financiero que se realiza, crece y se concentra en los añejos templos del poder de un viejo mundo que le arrastra desgarrando la accidentada vida de este, llamado, nuevo mundo que como exótica oración deja de inmutarse ante ese malabar de muerte, dolor y sangre padecida por esos anónimos y desterrados seres primigenios que en perturbador acontecer desfilan como fugitivos de impredecibles universos tropicales e imponderables naturalezas de agresivos sabores y olores en ese paraíso e infierno donde se estilan pérfidas tolvaneras en medio de un sórdido y trascendental episodio de odisea criolla: por la pluma de Rivera estila la poética selvática amazónica envuelta en sopores de ríos aéreos portantes de biotas de inédita belleza que sobrevive en junta de la tragedia y la muerte que se cuela trascendiendo por entre las pieles de la historia humana para gritarle que es la mismísima simiente del poema garantista de la vida …
Deja, este opita de cepa, entre los olvidados sanalejos, el secreto pendiente de una inédita obra literaria acerca de los pecados del oro negro: El petróleo. 30 Esa macula de la revolución industrial que brotaría desde lo profundo del subsuelo geológico antediluviano colombiano arriando el vasto territorio del bosque seco tropical, sus montañas tutelares y el fluvio Magdalena para hundiese en el cuarto círculo del infierno dantesco puesto que la predicada divinidad de la Mancha Negra no podía evitar coexistir entre la eterna lucha de contrarios que mantiene la dialéctica signada por la avaricia, la codicia, la laboriosidad y la frugalidad humana. Al parecer el Poeta Rivera preludiaba que la substancia fósil no dejaba de ser parte sustancial de la pérfida y tragicómica comedia universal que inauguró el siglo XX con todo el innegable progreso que arrojaba a la sociedad moderna.31
José Eustasio, se convirtió en la antípoda del espectro clerical, parroquial colonial de ese Huila y de la Neiva de los años 20’s donde no quiso que reposaran sus cenizas. En efecto, Rivera, es todo lo contrario de la criollesca oligárquica propia de la visión unilateral y unidimensional formada en los textos de Bruño, Justo Ramón, Abadiamendez y de los obispos que falseaban los fractales de colores de los que está haciéndose y deshaciéndose todo lo existente de manera permanente por entre los poros de las pieles de la historia que se teje y desteje con la paciencia y la incertidumbre de una Penélope que junta y desjunta sus agujas desalmadas.
La denuncia de la fiebre del caucho y la deshumanización que precede para surtir el mercado automovilístico del orbe capitalista desde esa olvidada porción del Guaviare amazónico, merced a su magna obra de poeta y novelista, alerta acerca del devenir de la Selva Amazónica como un territorio para labrar un gran sueño civilizatorio para Colombia al tiempo que es un privilegio para la supervivencia de la humanidad de tal manera que anticipándose al tiempo dio puntadas para aprender a vivir en armonía con ella y sus ocultos de cara a un futuro crítico. Visionario el Maese Rivera, se adelantó a la era del cambio climático y la ebullición planetaria.
Desde su parte iniciática La Vorágine no duda en introducir al lector en su prolífica prosa situándolo de inmediato ante un premonitorio halo de aconteceres que narra infatigable los álgidos pasos de sus personajes sobre los pliegues de las pieles de la emocionante e inquietante historia. Como se sabe Alicia y Arturo ponen pies en polvorosa evadiendo las amenazas de su tiempo escapando hacia los llanos orientales para terminar perdidos en el vórtice inacabable de los confines selváticos del Amazonas colombiano. Imposible poner término a su acervo evadiendo el reflejo que plasma en sus páginas donde se aprecia la angustia que padeció el ser inteligente, díscolo y disruptor que porta lo íntimo de la psiquis del poeta Rivera; rasgo distintivo que al parecer lo plasma la novela para la posteridad en sus reflexiones…”Mi sensibilidad nerviosa ha pasado por grandes crisis, en que la razón trata de divorciarse del cerebro”; al tiempo su filosofía se abre en el instante que Arturo Cova espeta ante Alicia ese lacónico… “ya sabias que el ideal no se busca; lo lleva uno consigo mismo.”
Toda esta carga de acontecimientos no deja duda para insistir en que La Vorágine es la antelación decimonónica premonitoria y victoriosa previa al advenimiento de un periodo vertiginoso que anida entre los siglos XX y XXI que marca la lucha entre la codicia, la barbarie y la acumulación desmedida de la sociedad capitalista con la inteligencia humana para no perder la posibilidad de vivir como especie humana animada por su bastidor en un mundo conflictivo en materia de autoritarismo y democracia e inmerso en la era antropocénica que amenaza la sostenibilidad planetaria. Rivera y su prosa poética son infinitas, han sido capaces de mantenerse y resucitar renovadas en un periodo de la historia que marca el camino entre las revoluciones industrial, tecnológica, científica, digital y de la inteligencia artificial. Parafraseando al Maese Rodrigo Arguello cabe decir que La Vorágine no es solo la “V” de su vigencia absoluta”; diremos que es la “V” de la victoria de la vida que reexiste en su complejo sistémico y caótico entramado”…
A manera de colofón es preciso insistir en que no cabe evadir y poner fin a este relato sin reiterar sobre el indeleble surco que deja a la vista la huella de La Vorágine y de José Eustasio. Su final cargado de incertidumbres inicia con una marcha hacia un impredecible torrente de violencia y esperanzas en el mismísimo instante del tiempo que Arturo en una suerte de poema whitmaniano 32 pronuncia el lapidario y fatídico abrebocas:…”Antes que me hubiera apasionado por mujer alguna, jugué mi corazón al azar y me lo ganó la violencia”…

Casa de la Montaña, Cerros de El Caguán, Neiva, Huila, febrero del año 2024

1 Kundera, M.
2 La vorágine.- Comentada por el Maestro Rodrigo Arguello. Grupo Editorial Sial Pigmalión. Página 45: Edición 2022.
3 Canción de Alejandro Durán.- Alicia Adorada.
4 Durante el siglo XIX en Europa continuó el desarrollo del neoclasicismo y surgieron el romanticismo, el realismo, y el impresionismo, así como numerosas corrientes derivadas de estos movimientos, como el simbolismo y el postimpresionismo, entre otras. La fotografía también tuvo un gran desarrollo y surgió el cine. El siglo XIX fue el período comprendido entre el 1 de enero de 1801 y el 31 de diciembre de 1900. Para ello dividiremos este siglo en tres períodos. El primero comprende el momento de la Revolución francesa hasta 1830; el segundo desde esta fecha hasta 1875; y el último abarca desde 1875 hasta finales de siglo.
5 Bases tomadas de la Columna de Eduardo Gutiérrez, noviembre 12 de 2023.
6 La modernidad constituyó un cambio en las maneras de comprender al hombre y su relación con el mundo, rompiendo con el orden medieval y sus formas de organización de la sociedad, la cultura y la producción. La idea de progreso en la modernidad giró en torno a tres ejes esenciales: El hombre como nueva medida de las cosas. La razón y la ciencia como métodos para interpretar la realidad. Una nueva estructura político administrativa.
7 Redd, J.- Los Diez Días que Estremecieron al Mundo.
8 La literatura del siglo XX se caracteriza por el deseo de experimentación y la aparición de distintas vanguardias que buscan crear nuevas formas y nuevos contenidos. El Realismo y el Naturalismo (1880-1900) El modernismo (1900-1920) Las vanguardias (1920-1925) Nuevas manifestaciones literarias (hacia 1930)25 sept 2008
9 Entrevista del Periodista Earle Kenneth James. Publicada domingo 12 de noviembre de 2023 por escritores de La Luciérnaga en acuerdo con Jeffrey Goiness
10 Corrupción en la renta de tabaco del virreinato de Nueva Granada: el delito de malversación en la administración principal de Santafé (1778-1810)Johan Sebastián Torres- Guiza.- En el Archivo General de la Nación (Bogotá) encontramos algunos expedientes relacionados a las investigaciones que adelantó la renta contra los administradores que resultaron alcanzados, con el objetivo de: a) recuperar y resarcir a la Real Hacienda de los caudales faltantes por medio del embargo de las fianzas y bienes de los administradores y sus fiadores; y b) castigar prácticas corruptas de sus funcionarios como la malversación, el fraude y el contrabando con penas pecuniarias, inhabilidades y cárcel. Las investigaciones estuvieron a cargo del juez subdelegado de reales rentas, un funcionario exclusivo encargado de los asuntos y negocios judiciales y contenciosos, de las rentas reales para cada administración principal instituidos por Gutiérrez de Piñeres en agosto de 1778.
11 ACNUR en Colombia para recibir orientación y asistencia para el acceso a derechos y servicios básicos. Tu ayuda recurrente se convierte en nuevas oportunidades para las personas refugiadas y desplazadas.
12 Periodista traductor de La Vorágine.
13 Rivera hizo parte de la Comisión de Investigaciones de la Cámara de Representantes de Colombia años 1923 – 1925. Destapó el escándalo del Oleoducto Barrancabermeja – Barranquilla, entregado a la multinacional Andian National Corporatión. El Embajador Urueta, resultó involucrado.
14 El caso Odebrecht es uno de los casos más representativos de corrupción en América Latina, con la distribución millonaria para políticos, empresarios y exfuncionarios de 12 países.
15 Damnatio memoriae (pronunciado como: Damnatzio memorie) es una locución latina que significa literalmente ‘condena de la memoria’. Era una práctica de la antigua Roma consistente en, como su propio nombre indica, condenar el recuerdo de un enemigo del Estado tras su muerte. Cuando el Senado romano decretaba oficialmente la damnatio memoriae, se procedía a eliminar todo cuanto recordara al condenado: imágenes, monumentos, inscripciones, e incluso se llegaba a la prohibición de usar su nombre. Muchos emperadores también se vieron afectados por esta práctica.
La fórmula Damnatio memoriae es un término moderno que no se utilizaba en la Antigüedad. El primer documento académico del cual tenemos noticia donde se utiliza dicha expresión data de 1689 y es una tesis jurídica escrita en Leipzig por Christoph Schreiter titulada De Damnatione Memoriae.1
16 Novela de William Ospina. También autor de Ursúa y El País de La Canela; entro otras.
17 Alusión a la obra de Gabriel García Márquez.
18 Títulos de novelas ganadoras del Premio Nacional, n su orden 2016 y 2022, autores en su orden Octavio Escobar Giraldo y José Zuleta Ortiz.
19 Novela del escritor peruano Mario Vargas Llosa.-Los hechos centrales narrados en El sueño del celta son la esclavización, la tortura, la explotación inmisericorde y la muerte, es decir, el genocidio de los indígenas del Congo y Perú, todo ello motivado por la feroz codicia de compañías mercantiles que habían sobornado y corrompido a las estructuras sociales. El citado escritor declara que La Vorágine fue fuente de inspiración para el Sueño del Celta.
20 Una novela mayor de Mario Vargas Llosa. El sueño del celta describe una aventura existencial, en la que la oscuridad del alma humana aparece en su estado más puro y, por tanto, más enfangado. La trama de la obra de Vargas Llosa, que ahora comentamos, se teje alrededor de la vida y la acción de un irlandés nacido a mediados del siglo XIX, Roger Casement (1864-1916), en gaélico Ruairí Mac Easmainn, que, viviendo en Londres desde su juventud, pasó a integrar el servicio diplomático británico, habiendo realizado misiones de cuño humanitario en el Congo Belga y en la región amazónica peruana. Roger Casement, que llegó a recibir el título de Sir en 1912 por sus servicios prestados a la Corona Británica, se convirtió en el protagonista de una gesta libertaria en la que terminó sucumbiendo, debido a que entró en choque con el gobierno inglés. Una novela mayor de Mario Vargas Llosa./ En el plano económico se identifica a Milton Friedman (1.ª imagen) y al austriaco Friedrich von Hayek (2.ª imagen) como sus principales exponentes, mientras que en el plano político se asocia esta doctrina al presidente de los Estados Unidos Ronald Reagan, junto con la ex primera ministra británica Margaret Thatcher.
21 El romanticismo literario se caracterizó por lo siguiente: Valoró la inspiración y las subjetividades del artista como el origen de la producción literaria, por lo que ofreció a sus escritores amplias cuotas de libertad que contrastaban con la literatura racionalista y más restrictiva de la Ilustración. El romanticismo literario se caracterizó por lo siguiente: Valoró la inspiración y las subjetividades del artista como el origen de la producción literaria, por lo que ofreció a sus escritores amplias cuotas de libertad que contrastaban con la literatura racionalista y más restrictiva de la Ilustración.
Modernismo: caracterizó por una ambigua rebeldía creativa, un refinamiento narcisista y aristocrático, el culturalismo literario y una profunda renovación estética del lenguaje y la métrica. Es una recapitulación y una mezcla de tres corrientes europeas: el romanticismo, el simbolismo y especialmente el parnasianismo.
22 La literatura impresionista se caracterizaba por centrar su atención en la vida mental de los personajes. Esto incluía la narración de sus apreciaciones de la realidad, sus sentimientos, sus sensaciones y emociones.
23 Está obra se clasifica como novela telúrica o de la tierra. Para otros sería preferible situarla entre las de denuncia social.
24 La dialéctica es un proceso y no una cosa y es, además, un proceso en el que no tienen ningún asidero las separaciones cartesianas entre la mente y la materia, entre el pensamiento y la acción, entre la conciencia y la materialidad, entre la teoría y la práctica.
25 La leyenda nos habla de las fantásticas aventuras de Jasón en su maravilloso viaje en busca del Vellocino de oro junto a los Argonautas, la valiente tripulación del Argo, el navío con el que llegaron a los confines del mundo conocido.
26 La gnoseología es una de las ramas de la filosofía que también es conocida como teoría del conocimiento y tiene por objeto el estudio del conocimiento humano en general, lo relacionado a su origen, naturaleza y alcance. Esta analiza el origen del conocimiento del individuo y de sus formas.
La ontología tiene su origen en la filosofía. Para su creador, Cristián Wolf, es la parte de la filosofía que se ocupa del examen de las propiedades de los seres: existencia –concebía la existencia desde con una explicación sistemática-, posibilidad, etcétera.
27 Explicación de un miembro de la Academia de Historia Huilense en Acto Celebrado en el Auditorio del Banco de la República, sede Neiva con ocasión de la entrega de una copia fotostática del original de la Partida de Bautismo, donde figura como José Eustacio, y las razones del cambio de la “c” por la “s” con la que se conoce popularmente su nombre de pila. El ejemplar fue entregado de manos de la Iglesia Católica de Neiva tomado del archivo eclesial. Hizo su entrega el historiador y seminarista Alberto Carlos Rebollos. Fuente: Archivo Eclesiástico Catedral la inmaculada Concepción. Neiva Libro No. 23Flio No 20 Partida No 76. Donante Diócesis de Neiva.
28 Texto conformado por los títulos de obras escritas por José Eustasio Rivera.
29 El concepto «antrópoceno» del griego anthropos, que significa humano, y kainos, que significa nuevo— fue popularizado en el año 2000 por el químico neerlandés Paul Crutzen, ganador del Premio Nobel de química en 1995, para designar una nueva época geológica caracterizada por el impacto del hombre sobre la Tierra.
30 José Eustasio Rivera, no alcanzó a terminar y/o publicar la novela intitulada “La Mancha Negra.” Se infiere que trataría del sórdido y turbio universo de la actividad petrolera mundial y su incidencia en Colombia.
31 Cuarto círculo De LA Divina Comedia de Dante: Avaricia y Prodigalidad. Aquellos cuya actitud hacia los bienes materiales se desvió de la media inadecuada son castigados en el cuarto círculo. Aquí están condenados los avaros, que acumularon posesiones, y los pródigos, que las derrocharon.
32 Walter «Walt» Whitman (West Hills, Nueva York; 31 de mayo de 1819-Camden, Nueva Jersey; 26 de marzo de 1892) fue un poeta, enfermero voluntario, ensayista, periodista y humanista estadounidense. Su trabajo se inscribe en la transición entre el trascendentalismo y el realismo filosófico, incorporando ambos movimientos a su obra. Está considerado entre los más influyentes escritores del canon estadounidense y ha sido llamado el padre del verso libre.1 Su trabajo fue muy controvertido en su tiempo, en particular por su libro Hojas de hierba, descrito como obsceno por sus abiertas referencias a la homosexualidad.

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