Esta especie que está en peligro de extinción a nivel mundial, se creía extinta en el departamento del Huila pero actualmente se encuentran ejemplares en el rio Cabrera.
Como parte de la estrategia de conservación del cocodrilo del Magdalena (Crocodylusacutus), la Corporación Autónoma del Alto Magdalena CAM, socializó con los habitantes del municipio de Villavieja la presencia de la especie y se han iniciado estrategias comunitarias para garantizar su protección y el de su hábitat.
Con la participación de la comunidad del Distrito Regional de Manejo Integrado La Tatacoa y el acompañamiento de la CAM, se viene realizando un proceso de monitoreo y conservación del cocodrilo del Magdalena que habita en la cuenca del rio Cabrera, especie que se encuentra en peligro de extinción a nivel mundial, y se creía extinta para el departamento del Huila.
Es así como la Corporación ha puesto en marcha una estrategia de educación y participación comunitaria para promover el cuidado del cocodrilo en la región e involucrar a la comunidad en los procesos de planificación y gestión de los ecosistemas donde habita esta especie; así como garantizar la relación de los pobladores de la zona con la especie evitando que se presenten situaciones de conflicto.
Como parte de esta estrategia de conservación, la autoridad ambiental del Huila ha instalado diez vallas informativas que permiten a la comunidad conocer la presencia de la especie. Los avisos están ubicados en zonas estratégicas donde pasan las personas que se dirigen hacia el río Cabrera y podrían protagonizar encuentros con la especie amenazada. Estas vallas son de tipo informativo y advierten a los transeúntes de la presencia del cocodrilo y adicionalmente permiten informar el peligro que puede presentarse por posibles comportamientos inadecuados del ser humano.
La Bióloga de la Corporación, Katherine Arenas Rodríguez indicó que, “la CAM ha aunado esfuerzos con la comunidad con el fin de generar una convivencia con la especie, para ello se han generado diferentes espacios con los pobladores del Distrito Regional de Manejo Integrado La Tatacoa que cohabitan con los cocodrilos, quienes no solo han sido concientizados sobre la importancia de la especie, sino también han sido capacitados en técnicas especializadas para monitoreo de fauna y seguimiento de estos reptiles”.
“Para la instalación de las vallas se ha contado con la participación activa de la comunidad, ellos han colaborado ubicando los puntos estratégicos en la zona, por donde pasan las personas que van hacia el río; con ellos estamos realizando todo un trabajo de educación ambiental y de concientización para la conservación de los cocodrilos”, concluyó Adriana Arias Hernández, profesional social de áreas protegidas de la CAM.
Adicionalmente, la CAM instaló doce vallas en la zona turística del Distrito Regional de Manejo Integrado-DRMI La Tatacoa, con el fin de indicarles a los visitantes el comportamiento que deben emplear para la conservación de la zona.
La especie
El Caimán del Magdalena es una de las mayores especies de cocodrilos en el mundo, en Colombia ocupa las áreas hidrográficas del Caribe, Magdalena-Cauca y el Pacífico y habita los grandes ríos, lagunas, pantanos y pozos; así como ciénagas de agua salada y manglares; donde los animales adultos se encuentran comúnmente en la desembocadura de los grandes ríos en las zonas costeras. Son organismos fundamentales en el flujo y recirculación de nutrientes, así como en el control de las poblaciones de sus presas, desde insectos hasta vertebrados. Su papel como depredadores favorece la diversidad biológica en los ecosistemas.
El deterioro del hábitat, la sobreexplotación y la cacería son la mayor causa del detrimento poblacional e incluso de la extinción local de cocodrilo; adicionalmente la especie se ve afectada por otros factores como la deforestación, vertimientos humanos e industriales, cambio del uso del suelo y la extracción desmedida de recursos hidrobiológicos que son presa de la especie. Esta serie de actividades antrópicas han generado una disminución de la población global del Caimán del Magdalena del 30% en las últimas tres generaciones (75 años), lo que conllevó a la inclusión de Crocodylusacutus en la Lista Roja de Especies Amenazadas de la IUCN en la categoría de Vulnerable (VU).