Waldina Dávila de Ponce de León (1831-1900) es la primera mujer huilense que publicó novelas y relatos en prensa con su propio nombre, y una de las voces literarias femeninas más prolíficas, activas y respetadas de su tiempo. A lo largo de sus 69 años de vida fue testigo de varias de las transformaciones políticas, sociales y culturales del siglo XIX: nació en los últimos años de la Gran Colombia (1819-1831), creció durante la República de la Nueva Granada (1831-1858) y forjó su vocación literaria y artística durante la Confederación Granadina (1858-1863). Se insertó en las élites literarias bogotanas y publicó el grueso de su obra a lo largo del Olimpo Radical, que dio origen a los Estados Unidos de Colombia (1863-1886), y pasó sus últimos años de vida bajo el régimen de la Regeneración, que dio paso a la República de Colombia bajo la Constitución de 1886, y con el fuego de la Guerra de los Mil Días como telón de fondo.
Heredera de una familia de militares independentistas y hacendados regionales, Waldina Dávila nació en la provincia de Neiva, entonces capital del Estado del Tolima. Hija de Pedro José Dávila Novoa, colono dueño de grandes extensiones de tierra y gobernador encargado de la Provincia de Neiva en 1841, y de Josefa Salas López, hija del líder militar Benito Salas Vargas, Waldina Dávila creció en una familia acomodada, culta y dueña de un poder regional que le permitió vivir en Bogotá y más tarde viajar a Europa. Desde la adolescencia dejó ver sus inclinaciones por la pintura y por la lectura por cuenta de la educación católica y tradicional, propia de su época: siendo adolescente participó en una exposición nacional organizada por la Sociedad de Dibujo y Pintura, y antes de cumplir 20 años ya hablaba italiano y francés, y leía a los clásicos españoles. A los 21 años, en 1854, se casó con Rafael Ponce de León, con quien tuvo cuatro hijos, tres mujeres y un varón. Dávila enviudó muy joven, y su hijo mayor murió con apenas treinta años, por lo que enfocó el resto de sus días a la crianza de sus hijas y su carrera literaria.
Tras el matrimonio de sus hijas, Dávila viajó dos veces a Europa. Pasó por Roma, Suiza, Madrid y París, expandió sus referentes literarios y artísticos, estableció redes intelectuales y empezó a escribir sus primeras novelas: El trabajo, Luz de la noche y La muleta. A su regreso, ya en Bogotá, colaboró con distintas publicaciones como el Papel Periódico Ilustrado, La mujer y Gris, participó en tertulias como la de El Mosaico y fijó relaciones con figuras como Soledad Acosta de Samper, Rafael Pombo y Agripina Montes del Valle, cruciales en la divulgación y crítica de su trabajo. Escribió piezas de teatro, poemas, cuentos históricos, semblanzas y artículos varios, algunos publicados con el pseudónimo de “Jenny”.
Su obra se publicó en España, México y Ecuador, donde fue editada e incluida en antologías poéticas. En 1892, ocho años antes de su muerte, asistió en Madrid al Congreso de la Lengua Española, como representante de las letras colombinas junto a la novelista y periodista Soledad Acosta de Samper, el poeta y novelista Jorge Isaacs, y al crítico y diplomático Antonio Gómez Restrepo, entre otros. Durante ese viaje, Dávila también participó en encuentros organizados por la Unión Iberoamericana, en cuya revista publicó su pieza teatral Zuma. En 1899 murió su único hermano, Pedro, eminente militar conservador, y el tercero de sus grandes duelos. Ese mismo año le descubrieron una anemia cerebral que la obligó a buscar climas más cálidos en Tocaima, La Mesa y Anapoima, donde finalmente murió el 10 de agosto de 1900, luego de varias complicaciones ocasionadas tras un viaje a Bogotá. El país atravesaba entonces los períodos más álgidos de la Guerra de los Mil Días, por lo que la noticia de su muerte prácticamente no se conoció: en algunos periódicos se registró más de dos meses después. Sólo hasta que en 1901 se publicó la semblanza A la memoria de la señora Waldina Dávila Ponce de León pudieron hacerse los reconocimientos y homenajes respectivos.
Además de poemas dispersos y de algunas piezas con pseudónimo, la producción literaria de Waldina Dávila comprende el poemario Poesías (editado en Sevilla en 1884 y luego en Bogotá en 1893), el cuento histórico “Mis Próceres” (1890), las novelas cortas reunidas en Serie de Novelas, y la pieza dramatúrgica Zuma (1892). Otras piezas, mayoritariamente poéticas, aparecieron en las antologías La guirnalda literaria: colección de producciones de las principales poetisas i escritoras contemporáneas de América i España (1870), Poetisas americanas. Ramillete poético del bello sexo hispanoamericano (1875) y Parnaso colombiano: colección de poesías escogidas (1887). En ellas, Dávila combinó la sensibilidad del romanticismo que la influyó y que definía buena parte de la creación literaria del país en esa época, experimentó con diversos géneros y entrecruzó el discurso histórico con el ficcional para enaltecer el pasado heroico de la Independencia. Pero, sobre todo, fue una de las primeras mujeres que se hizo a un lugar en el universo literario nacional, y consolidó un nombre en un periodo protagonizado, en buena parte, por los hombres.
La Biblioteca Virtual del Banco de la República contribuye al conocimiento y la difusión de la obra de esta importante autora huilense con el proyecto Fondos Abiertos de Waldina Dávila, que por primera vez dispone en un mismo sitio las digitalizaciones de las primeras ediciones de su obra, incluidas las antologías, así como poemas publicados en periódicos y revistas.
Investigación y textos: Ánderson Villalba Rey